El artista francés Antoine Geiger demostró con sus fotografías la relación obsesiva y de absorción que tiene la sociedad con los smartphones. En la serie de fotos retocadas se llama "SUR-FAKE", las caras son aprehendidas por los aparatos tecnológicos y los rasgos de las mismas se vuelven irreconocibles.
"Quería tomar la idea de las falsas identidades, la sobre-exposición, absorbidas por un teléfono que rompe con la realidad", sostuvo Geiger cuando le consultaron sobre el porqué de su obra.
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"Lo que me interesa en esta textura de la falta de rasgos es la sobreexposición que se vuelve organica y digital, naturaliza lo inquitante", argumentó el artista.