La muerte de Kirk Douglas conmovió a buena parte del star system de Hollywood y reavivó algunos trapos sucios en torno al actor. Lo cierto es que la estrella de Spartacus legó toda su herencia, 61 millones de dólares para ser exactos, a beneficencia y a sus hijos, con una sola excepción: Excluyó a su hijo Michael, consagrada figura del cine, de dicha suma. ¿Los motivos? Que ya cuenta con una fortuna propia.
Habiendo dejado sin un centavo a su hijo Michael Douglas, Kirk -fallecido el pasado 5 de febrero, a los 103 años- dejó 50 millones de dólares a la Fundación Douglas y 11 millones a sus hijos Joel y Peter. De los 61 millones totales nada fue para Michael, que ya tiene una fortuna propia valuada en 300 millones de dólares.
Kirk Douglas creó la Fundación Douglas con el objetivo de "ayudar a aquellos que de otra manera no podrían ayudarse a sí mismos". La organización benéfica fue cofundada hace casi seis décadas con su esposa Anne. A lo largo de su carrera, el actor fue destacado por su activa participación en donaciones.
Según un artículo del medio sensacionalista Mirror, los Douglas financiaron becas para que los estudiantes más desfavorecidos puedan matricularse en la Universidad de St Lawrence (donde se formó el propio actor) ayudan al centro de infancia del Templo Sinaí, de Westwood, colaboran con el Children's Hospital de Los Ángeles, y aportan dinero para que artistas alternativos puedan presentarse en el Kirk Douglas Theatre, de Culver City, una vieja sala de cine que fue restaurada gracias a la familia.