Los datos que arroja el propio ministerio de Trabajo son elocuentes en relación a la pérdida de puestos de trabajo "de calidad", etiqueta con la que suele llamarse al empleo en blanco del sector privado. Si desde diciembre a la actualidad hay 115 mil trabajadores menos en esa condición, este primer semestre es el peor desde que se realiza esta medición, en 2009, uno de los peores años económicos del kirchnerismo.
Inclusive, la pérdida de puestos de trabajo es superior a la del 2014, otro año golpeado por recesión y devaluación, cuando, a pesar de eso el empleo privado se mantuvo estancado.
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Según los datos que la cartera laboral elabora en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), desde enero a junio hay 104 mil puestos de trabajo en blanco menos. Comparado junio de 2016 contra junio de 2015, la caída es del 1,37%.
El dato contrasta con años anteriores y debería preocupar al oficialismo de cara a las elecciones del año próximo. En junio de 2011, a poco menos de dos meses de las PASO, el trabajo se incrementó un 4,8% en relación al mismo mes del 2010.
Sin embargo, la tendencia del empleo sí registra parecido con lo ocurrido en los cuatro años anteriores: un leve crecimiento a principio de año, para después caer en un pozo a mediados y luego un repunte hacia los meses de primavera y verano. Distinta fue la situación que se observó a partir de la segunda mitad de 2009, cuando el crecimiento fue sostenido mes a mes hasta 2012, año en el que comenzaron los vaivenes.
El Gobierno deberá trabajar mucho para no quedar por debajo del muy mal 2009, en el que hubo 22 mil puestos de trabajo en blanco menos entre enero y diciembre.
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