Juan Carlos Molina: "Hoy no somos un país preparado para legalizar la marihuana"

10 de enero, 2015 | 23.06
Por Iván Schargrodsky
Redacción El Destape
@ischargro

Juan Carlos Molina es titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico. Hombre de diálogo permanente con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, este cura de licencia no cree que hoy sea el momento adecuado para legalizar la marihuana y que ésta no puede ser una salida para el paco. Además, habla de los proyectos de regulación de la publicidad de medicamentos y alcohol -que adelantó en exclusiva El Destape-, y protesta que no se le da lugar en los medios porque "atrás hay un lobby inmenso". Asegura, asimismo, que el papa Francisco está en contra de la criminalización, pero también "indudablemente en contra de legalizar", y muestra por primera vez una carta del Santo Padre sobre la temática de las drogas.

-Da la sensación que el proyecto de descriminalización que habían trabajado la Sedronar y los diputados está dormido en el Congreso por falta de voluntad, ¿por qué?

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-No creo que haya mala voluntad o que esté dormido. Los procesos parlamentarios no son los del Ejecutivo, indudablemente, y más de una gestión rápida como la que podemos tener en la Sedronar. Después no te olvides que las comisiones que me tocan a mí como Secretaría de Estado las presiden los de la oposición. Ahí se obtiene el dictamen para que se pueda tratar. Son temas que hay que estudiar. El tema del narcotráfico siempre trae tole tole.

-¿El debate del Código Penal absorbería a éste?

-Así es.

-¿Y va a haber voluntad de debatirlo en un año electoral? Raúl Zaffaroni se mostró reacio a que se discuta en 2015.

-Yo creo que hoy que debatirlo y que este Gobierno se tiene que ir al menos dejando el debate del Código Penal. Los procesos previos están dados, porque no empezó en un año electoral, la discusión lleva ya dos años.

-Si no se debate el CP, ¿qué va a pasar con el de descriminalización?

-Nosotros vamos a seguir. Y hay que acentuar eso. Tenemos que desmitificar el tema.

-¿Qué cosa en particular?

-Todo. Cómo se habla de la adicción, del narcotráfico. El gran objetivo de la Sedronar el año pasado ha sido poner este tema en el tapete. E insisto con esto: nosotros no es que estamos mal informados con el tema de adicciones sino mal educados.

-Uno puede presumir, tal vez desde el prejuicio, que el paco se consume más en los sectores populares, villas de emergencia o barrios periféricos.

-El paco se consume en todos lados.

-¿Por igual?

-No, como tampoco la marihuana, la cocaína o el alcohol.

-¿Pero la cocaína no es más consumida en sectores de altos ingresos?

-Lo que puede hacer la diferencia es la calidad. Creo que no hay que dividir el consumo por estamentos sociales. Está en todos lados.

-¿La marihuana puede ser una salida para el paco?

-Nosotros empezamos a hablar de reducción de daños. Puede ser una salida el tratamiento psiquiátrico o cualquier estupefaciente de venta legal.

-Pero la marihuana no lo es.

-Si me querés hacer caer en la trampa que una sustancia ilegal te saca de otra no va a pasar.

-No, la pensaba como de uso terapéutico.

-No, en la Secretaría no pensamos a la marihuana como una salida posible del paco. Apostamos a otras cosas como el encuentro, dar posibilidades, a ver por qué está consumiendo paco. Una vez que lo sabemos ver cómo lo ayudamos a salir, lo cual implica tener nutricionistas, por ejemplo, porque el pibe que deja de consumir tiene que comer entre ocho y nueve veces por día. Y para eso necesitás presupuesto.

-¿Hay una dicotomía en el proyecto de descriminalización entre proteger de la policía a los pibes de las barriadas o a las libertades individuales?

-Este proyecto tiene varias aristas. Una es la defensa individual, además ya es jurisprudencia. Otra es que ayuda a terminar el negocio de las zonas liberadas y las coimas si te agarran con un porro, porque hay un derecho nuevo. En esto hay mucho de portación de cara. Cuando intervenimos en la Creamfields no fue solamente por una cuestión de reducción de daños sino para mostrar que estamos presentes en otro área donde también se consume que no es justamente la villa. Salía 700 mangos la entrada a esa fiesta.

-¿Qué posición tiene Francisco ante la problemática de las drogas?

-Lo dijo en Brasil en las jornadas de la juventud. De hecho me escribió una carta sobre esto (ver adjunto). Él ha sido un gran defensor de los vulnerables y los pobres cuando era cardenal en la Argentina. Si vos lees bien el discurso que él les hace a los juristas del mundo en el Vaticano -donde estaban Raúl Zaffaroni y Roberto Carlés- ahí está la mejor postura contra la criminalización. Indudablemente, también, está en contra de la legalización.

-¿Argentina está preparada para legalizar?

-No, hoy no somos un país preparado para legalizar. Si nos es difícil regular la venta de alcohol a menores imaginate la legalización, lo que no quiere decir que dentro de diez años no podamos hablar de esto. Creo mucho en la regionalización del tema, nuestros propios números y descolonizarnos de las estadísticas de Estados Unidos o los organismos internacionales que les conviene seguir manteniendo el negocio. Si los rompés ahí, se les cae toda la estructura burocrática, ¿sabés la cantidad de guita que es eso?

-La Sedronar financia a curas villeros o evangelistas que tienen granjas. ¿No es un dinero que podría destinarse a costear centros médicos, ya que la adicción es una enfermedad?

-No, hay que distinguir. Vamos a tener un conflicto con la palabra "enfermedad" y la adicción. Desde el punto de vista psiquiátrico podemos definir al adicto como un enfermo. Nosotros lo consideramos como un sujeto de derechos, con lo cual hay una diferencia, porque al adicto lo recuperás con medicación, incluso con internación. Al sujeto de derecho lo sacás adelante haciendo valer sus derechos.

-Pero esa es una definición política, no científica.

-Sí, es una definición política y social. Y desde mi punto de vista, evangélica. Porque vos al otro lo mirás como un otro, no como un enfermo. Porque cuando vos mirás al otro como un enfermo, con una internación, dos pastillas o cuatro sueros lo podés sacar adelante. ¿Y después? Porque esa es la gran pregunta. Por eso nosotros cambiamos la postura. Desde esta nueva mirada el tratamiento cambia. La Sedronar no cubre solamente el tratamiento psiquiátrico, lo que estamos buscando es que vuelva a ser un sujeto de derechos y pensar en la reinserción sociocultural y laboral. Esto es un cambio de paradigma. Acá se viene a atender gente que vive en Recoleta. Y cuando vos ves el historial pasó por diez psicólogos distintos y ninguno dio en la tecla. ¿Sabés quién sí?

-La cocinera, imagino.

-Exactamente. Acá se sienten bien porque no tienen turno, límite de tiempo, porque lo primero que me preguntaron no fue "¿qué obra social tenés?". Y te hablo de gente con muchísima plata. Es importante que este concepto quede claro, porque si no sí puede parecer que estamos tirando la plata con los curas o los evangélicos. Yo vengo de ese lugar y sé lo que cuesta.

-La Encuesta Nacional de Consumos de Sustancias Psicoactivas que presentó la Presidenta en 2009 sobre el índice de consumo de drogas en Argentina con un relevamiento en 50 mil hogares mostró que el 77% de la población toma alcohol, el 52% fuma tabaco, el 7% marihuana y el 2% inhala cocaína. Da la sensación que el alcohol es el principal problema, según esos datos.

-¡Claro!

-¿Y por qué el kirchnerismo tardó tanto en detectar la problemática?

-No se tardó, se ha dicho siempre. Quizás hoy está más visibilizado, porque no hemos tenido miedo en decir que no puede ser que el sabor del encuentro sea el alcohol. La encuesta que vos mencionás no es menor. Si tuviese un millón de personas que me escuchen por día indudablemente sería noticia, pero en esto hay intereses. No te olvides que fue una marca de cerveza la que logró cambiar la legislación brasilera en el Mundial para poder vender sus productos dentro de los estadios. ¿Por qué todos hablaron del proyecto que enviamos de descriminalización y nadie de los de regulación de publicidades de alcohol y medicamentos? Atrás de esto hay un lobby inmenso.

-¿Cuál es el punto nodal del proyecto de medicamentos?

-Entender que la medicación al alcance de cualquiera es un problema. Que la publicidad de esta forma y la venta libre, también, por eso cambia de "medicamentos de venta libre" a "medicamentos sin prescripción médica". Hoy vos vas a cualquiera de estas farmacias que tienen kiosco, agarrás un canastito y comprás como si estuvieras en un supermercado. Que el Estado tenga un poder regulador de estas cosas es importante, porque vela por el bienestar del pueblo. Ése es el punto nodal de estas tres leyes: cuidar al otro.

-El artículo 8 del proyecto que regula la publicidad de medicamentos prohíbe "la publicidad de alimentos asociada a procesos clínicos, por agregados de diferentes componentes a los mismos" y esto generó resistencia en COPAL, además de en la industria farmacéutica. ¿Cómo piensa que se puede aprobar un proyecto que toque esos intereses?

-No estamos tocando esos intereses como decís vos. Estas leyes no se propusieron pensando en qué intereses tocamos sino en el bienestar de la gente.