El arquero de Racing Javier García reveló que durante la definición del Torneo Apertura 2008 frente a Tigre sufría una grave complicación física que culminó con la lesión que lo obligó a salir de la cancha. Además contó que Riquelme le pidió que no jugara el partido.
Todavía muchos hinchas 'Xeneizes' recuerdan aquel partido del triangular final (también lo jugó San Lorenzo) contra el 'Matador' en el que pese a perder por 1 a 0, el club de La Ribera festejó otro título. En aquel momento, un joven Javi García estaba a cargo de uno de los arcos más pesados del fútbol argentino, pero luego de que Leandro Lázaro le anotara el único gol del partido a los 24 minutos del segundo tiempo, el guardameta fue reemplazado por el debutante Josué Ayala en un confuso episodio.
A más de diez años de aquel momento, el jugador contó cómo atravesó las semanas previas con una dolorosa pubalgia y su lesión definitiva durante el choque decisivo. "Yo traté de ocultar mi pubalgia. Pero ese año fue algo muy doloroso. Hoy se trata de otra manera. A mí me tuvieron que operar y sacar los aductores. Se sabe poco de eso que viví...", contó en una entrevista con Infobae.
El arquero, que en ese momento tenía 20 años, señaló que todo ese año estuvo "mal" y que hubo partidos a los que llegó sin entrenarse durante la semana, pero ese día de diciembre la situación se complicó más. "Hernán Maidana, el juez de línea, ese día no me quería dejar entrar a la cancha contra Tigre. Román (Riquelme) tampoco. Pero mi personalidad es así", recordó. Y agregó: "Estaba ocupando un arco muy lindo como es el de Boca. Quería jugar. Cobraba dos mangos y en lo único que pensaba era en atajar... Hoy hubiese quedado más claro todo en el parte médico. En su momento hacía locuras. Me dolía para todo lo que te puedas imaginar...".
Luego de pasarla mal durante el primer tiempo y llegar al vestuario muy dolorido, García habló con su gran amigo Riquelme, que intentó sacarlo del partido. "'Vos así no podés atajar', me dijo. Pasa que contarlo después de tanto tiempo me da mucha vergüenza... Nunca fui de poner excusas", afirmó sobre ese cruce.
Pero el actual jugador de Racing se mantuvo en la cancha hasta que no pudo aguantar. Sobre su regreso al campo de juego, García rememoró: "Yo estaba en la camilla, tirado. Ya había pasado el tiempo para volver al campo de juego y entró el cuarto árbitro (Hernán Maidana). Tenía la jeringa de la infiltración -porque antes se podía- en el aductor. Con dos jeringas estaba en realidad porque una ya no me hacía nada... Y no la agrando, eh, se lo podés preguntar a Maidana".
"Ahí viene Román, me pone la mano en el pecho y me dice: 'Vos así no salís a jugar el segundo tiempo'. Él no jugaba porque lo habían amonestado. Yo igual me levanté, pegué el salto y me fui. Una jeringa me la saqué yo y la otra el médico. Me levanté el pantalón y salí apurado porque los compañeros estaban en el túnel. Entré medio mareado, pero se dio así", completó.
Sobre el momento en que Carlos Ischia decidió reemplazarlo y el gol de Lázaro en el que tuvo bastante responsabilidad, Javi explicó que su dolencia se complicó más en una pelota previa. "Pateo una pelota antes, que la tiro afuera. Y está la imagen de cómo me queda la pierna colgando. Se me rompe el tendón del aductor y me queda la pata floja. Sigo jugando cinco minutos más así y tengo la desgracia de que viene el gol", aclaró.
Pese a la derrota, el 'Xeneize' se quedó con el título, pero García no tuvo tiempo para festejar: al día siguiente fue operado y pasó largos meses sin jugar.