16 de abril, 2020 | 19.19

Investigan un geriátrico por una presunta muerte por coronavirus

El caso se conoció por un médico que dio positivo al testeo al que se sometió voluntariamente. Ya son 42 contagiados en el lugar, entre pacientes y empleados. El Ministerio de Salud denunció a los dueños del lugar por no informar la muerte de una paciente.

La Justicia de Córdoba investiga una muerte ocurrida en el geriátrico Santa Lucía de Saldán. El caso se hizo conocido cuando se publicó en los medios cordobeses que el posible vector inicial del brote masivo de coronavirus era un médico que presta funciones allí.

Ahora se supo que un día antes a que el médico diera positivo en su análisis para determinar si estaba infectado con Covid-19, había muerto por “una enfermedad respiratoria” una mujer que estaba internada allí.

El intendente de Saldán, Cayetano Cantos confirmó a El Destape la investigación de la Justicia por la muerte de una paciente de dicha residencia: “Así es, se está investigando esta denuncia del Ministerio de Salud de Córdoba, estamos ante un posible caso de una paciente que murió un día antes de anunciarse el caso positivo del médico que trabaja en este geriátrico”. Y reveló que “yo firmé el miércoles el acta de defunción de esta mujer; y el jueves a la noche se conoció el caso del Covid-19 del médico”.

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El médico de la residencia Santa Lucía –omitimos su identidad para preservarlo- había reclamado a las autoridades del lugar “que previendo la grave situación que se aproximaba y la alta vulnerabilidad a la que se encuentran expuestos los adultos mayores y la institución misma, propuse al Director Médico que organizara y se anticipara a la contingencia. Sugerí definir un protocolo de acción con el propósito de prevenir y normatizar las acciones adecuadas. Al final de mi escrito adjunto la nota correspondiente con el recibido, y los mensajes whatsapp cómo única respuesta recibida. Lamentablemente, no consideró pertinentes mis sugerencias”.

En una carta pública, el médico denunció que “en el geriátrico no había elementos de protección, no había alcohol en gel y las manos se las secaban en una toalla comunitaria o en los ambos, solo ponían un rollo de papel por día para secarse las manos. No prepararon adecuadamente al personal. No se definieron las zonas de aislamiento y circulación. No restringieron a tiempo el acceso de visitas, cuando debió hacerse anteriormente”.

El intendente Cayetano Cantos agregó que una enfermera del geriátrico Santa Lucía está internada en el Hospital Domingo Funes de Cosquín desde hace una semana, cuando sacó carpeta médica y no fue más a trabajar. “Cuando le hicieron el hisopado por Covid-19, dio positivo. El virus ya estaba dentro del geriátrico”, le dijo el intendente a El Destape.

El Ministerio de Salud de Córdoba denunció penalmente al dueño y al director médico del geriátrico Santa Lucía de Saldán por haber ocultado la muerte de una paciente que podría ser portadora del Covid-19: “Por protocolo el cadáver no puede ser exhumado. Estamos testeando a la familia de esa paciente. Ni bien nos enteramos del brote realizamos una campaña de testeo; ya completamos 500 test en el corredor de Sierras Chicas al personal de Salud de los tres niveles”, detalló el ministro de Salud cordobés, Diego Cardozo.

El médico de la residencia de Saldán vive en la vecina localidad de Mendiolaza y se atendió en un hospital de Unquillo, por esa razón se lanzaron testeos masivos. Además de trabajar en el geriátrico Santa Lucía, atiende en un consultorio de PAMI en la misma Saldán y en un dispensario de Mayu Sumaj. Desde el Ministerio de Salud cordobés confiaron que los tests realizados en el consultorio y el dispensario dieron negativos en todos los casos. “Damos gracias a este médico que se sometió voluntariamente por sospecha al test de Covid-19 y dio positivo. Es un paciente asintomático, pero su responsabilidad social hizo que detectáramos el foco en el geriátrico”, dijo una alta fuente del Gobierno de Córdoba.

La Regional Córdoba de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) emitió un comunicado donde se solidariza “con este médico, quien fue expuesto públicamente por el “delito” de estar infectado con el Covid-19. Queremos expresar nuestra solidaridad con él y sus familiares, quienes sufrieron durante los últimos días un acoso constante y una exposición que afecta su buen nombre, pero además su moral y su vida diaria”. Además, destaca: “Expresamos nuestro repudio a los actos de discriminación sufridos por este profesional de la salud, primera línea en el combate contra esta pandemia; ya que no se debe estigmatizar al paciente portador del Covid-19; además, no se sabe quién es el responsable del contagio masivo en el geriátrico Santa Lucía de Saldán donde se desempeña este médico; porque desde dicho centro asistencial se lo señaló al profesional, cuando no se sabe quién fue el “paciente 0” del lugar”.

A la vez, la APDH reclamó al Estado provincial “que redoble los esfuerzos en proteger a los trabajadores de la Salud, proveyéndoles los elementos de seguridad, además de colaborar en la implementación de los mejores protocolos en los diferentes espacios públicos, incluyendo centros de cuidados de adultos mayores y fábricas, para combatir esta pandemia”.

La carta

“Dejen de señalarme a mí y a todo el personal de salud que nos jugamos la vida y la de nuestras familias por ustedes”

“Hola a todos/as:

Mi nombre es XX (se omite su identidad para no victimizarlo); soy el médico al que le dio positivo el test de Covid-19 que realicé de modo voluntario. Desde entonces, he recibido críticas, insultos, escraches, difamaciones y mentiras sobre mi persona y mi familia.

Me siento absolutamente denostado, discriminado y condenado por todos los medios de comunicación que sin mi autorización difundieron mi nombre y apellido, junto con todo tipo de falsedades. Además divulgaron un audio que envié a un grupo de Whatsapp,

tergiversaron mis palabras y sacaron conclusiones a su antojo, hasta se comentó de un posible viaje al exterior, lo cuál es absolutamente falso.

Fui señalado y acusado de haber cometido el grave delito de contagiarme el virus asistiendo y salvando las vidas de mis pacientes, poniendo en riesgo mi propia vida y la de mi familia.

Me desempeño cómo médico de cabecera de PAMI en el consultorio privado de Saldán, en el Dispensario Mayu Sumaj y en el Geriátrico Santa Lucía de Saldán. De estos tres lugares, únicamente en el geriátrico de Santa Lucía han dado casos positivos de Covid-19, pero en los medios y en las redes sociales me acusaron de haber contagiado y puesto en riesgo a toda la población.

En relación al geriátrico, del cual solamente soy un prestador de servicio, quisiera aclarar que previendo la grave situación que se aproximaba y la alta vulnerabilidad a la que se encuentran expuestos los adultos mayores y la institución misma, propuse al Director Médico que organizara y se anticipará a la contingencia. Sugerí definir un protocolo de acción con el propósito de prevenir y normatizar las acciones adecuadas. Al final de mi escrito adjunto la nota correspondiente con el recibido, y los mensajes Whatsapp cómo única respuesta recibida.

Lamentablemente, no consideró pertinentes mis sugerencias.

En el geriátrico no había elementos de protección, no había alcohol en gel y las manos se las secaban en una toalla comunitaria o en los ambos, solo ponían un rollo de papel por día para secarse las manos.

No prepararon adecuadamente al personal.

No se definieron las zonas de aislamiento y circulación.

No restringieron a tiempo el acceso de visitas, cuando debió hacerse anteriormente.

Hoy el Director Médico del Geriátrico miente.

Miente impunemente y me deja expuesto.

Hace mucho tiempo que no aparece por el lugar, pero sí aparece en los medios de comunicación diciendo que en el geriátrico todo estaba organizado.

Lamento profundamente lo que ha pasado y entiendo el enojo de los familiares e incluso de los empleados. Para ellos yo soy el culpable del contagio, porque así me hicieron aparecer medios, pero en realidad es probable que yo me haya contagiado allí.

El punto no es encontrar a un culpable, no lo hay, es una pandemia propagada a nivel mundial. El asunto es que dejen de señalarme a mí y a todo el personal de salud que nos jugamos la vida y la de nuestras familias por ustedes. Sean solidarios y más empáticos con nosotros.

Me gustaría que los medios de comunicación que me difamaron sean responsables de lo que hicieron. Si un médico comete un error lo condenan socialmente por mala praxis antes de pueda presentar defensa alguna.

¿Quién los juzga a los periodistas?

Ustedes matan más que el virus, y con toda libertad.

Y eso les reditúa mucho.

Quisiera manifestar que siento un abandono institucional por parte del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba, la Caja de Previsión Social de Profesionales de la Salud, COINSA, que no se pronunciaron por mi situación, tampoco salieron en defensa de todas las mentiras y difamaciones públicas de las que fui objeto Las únicas personas se contactaron desde el Ministerio de Salud fueron las profesionales de Epidemiología a quienes agradezco, y también a la médica que me hace el seguimiento desde el Hospital de Unquillo.

Quiero agradecer profundamente todas las manifestaciones de solidaridad y afecto que recibimos como familia por parte de pacientes, colegas, amigos, familia, y aún personas que no conozco. Me dan esperanzas de que esto pueda servirnos para algo como sociedad.

Quiero pedirles a todos/as que cumplan con la cuarentena, y con las medidas de seguridad y de higiene necesarias.

Les comunico que con mi familia nos encontramos con buena salud, y estamos cumpliendo con la cuarentena y con el protocolo como corresponde, esperando que este momento pase, y que podamos aprender a ser mejores personas”.