El presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, sigue siendo el objeto de los corrillos en el Palacio de Justicia, que esta semana se escandalizó al ver la foto del titular del máximo tribunal en una fiesta que dio uno de los operadores judiciales del gobierno y se enteró de que prepara un viaje a Estados Unidos en busca de las inversiones prometidas.
Los servicios de mensajería instantánea estuvieron a tope entre el lunes a la noche y el martes a la mañana entre aquellos y aquellas que transitan todos los días el cuarto piso del Palacio de Tribunales. Todos comentaban la foto que el lunes a la noche había tuiteado la periodista Irina Hauser en la que se veía a Rosenkrantz charlando animado en la fiesta de casamiento de la hija de Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el operador judicial sin cartera de Mauricio Macri.
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Como contó Hauser, la fiesta había sido el sábado 30 de marzo en una estancia en Areco, pero no sólo estaban Rodríguez Simón y Rosenkrantz. También estaban otros dos integrantes de la mesa judicial del gobierno: José Torello, el jefe de asesores de Macri, y Bernardo Saravia Frías, el Procurador del Tesoro. En las mesas había una abrumadora mayoría de integrantes de la Coalición Cívica (CC) de Elisa Carrió: Mariana Zuvic, Juan Manuel López y Fernando Sánchez – quien, además, mantiene un pleito legal con el administrador de la Corte, Héctor Marchi. La CC es la principal impulsora de los pedidos de juicio político contra el antecesor de Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti.
Los reproches por su cercanía con el macrismo empezaron a escucharse más fuerte en la Corte
Aunque Rosenkrantz no se sentó a la misma mesa que los integrantes del gobierno y prefirió hacerlo frente a empresarios del sector energético, los reproches por su cercanía con el macrismo empezaron a escucharse más fuerte en la Corte. Es una cuestión que ya le habían marcado sus colegas el mes pasado cuando omitió referirse a la independencia judicial en su discurso de inauguración del año legislativo y cuando sostuvo que el descrédito del Poder Judicial venía de la mano de la percepción de que los jueces servían a intereses diferentes al derecho.
Por WhatsApp circulaba un texto que remitía a un diálogo entre Antonio Bermejo, que presidió la Corte a principios del siglo XX, y otro juez al que solía vérselo todas las semanas en el palco del Colón con una encumbrada familia. “Le aconsejo que altere esa costumbre porque el que lo vea en esa asidua concurrencia con una familia, que es además muy poderosa y está o puede estar envuelta en pleitos que pueden llegar eventualmente a este tribunal, hace que usted sufra -a lo mejor inmerecidamente- un menoscabo, a través de la sospecha, respecto de su imparcialidad", le terminó aconsejando Bermejo a su par.
En algunas oficinas del cuarto piso de los tribunales de Talcahuano, tiraban una daga que puede enfurecer a Rosenkrantz: lo comparaban con Julio Nazareno, quien presidió la Corte durante los tiempos de la “mayoría automática” a favor del gobierno de Carlos Menem. Amigo personal del entonces presidente, Nazareno también había sido socio de Eduardo Menem en el estudio jurídico en La Rioja.
Las escuchas
El clima en el acuerdo del martes estuvo tenso, como lo viene estando en los últimos meses en la Corte.
Por pedido de los ministros se subió al Centro de Informaciones Judiciales (CIJ) una escueta carta que mandó el senador Juan Carlos Marino (UCR) sobre una auditoría que la bicameral de inteligencia, que él preside, debe hacerle a la oficina de escuchas del Poder Judicial. La esquela era en respuesta a un pedido que habían hecho los ministros, pero, para su sorpresa, la respuesta no abundaba en datos. El senador les enumeró a los supremos qué resoluciones habían adoptado en la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen (Dajudeco) – que la Corte conoce al dedillo porque la oficina depende del máximo tribunal -- e informó que estaban por remitir el informe de la auditoría que habían delegado en UBATEC, una sociedad anónima que agrupa a la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Gobierno de la Ciudad, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación General de la Industria (CGI).
La carta llegó a días que el exsocio de Rosenkrantz, Gabriel Bouzat, se presentara como testigo en el juzgado federal de Doloresy confirmara que la información que habían encontrado en poder de Marcelo D’Alessio se condice con los viajes que él había realizado en los últimos tiempos. El exintegrante de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Rolando “Rolo” Barreiro también había declarado que el falso abogado les seguía el rastro a Rosenkrantz y Horacio Rosatti.
Rosatti rechazó recibir a Arribas en la Corte cuando visitó el Palacio de Tribunales
Según trascendió, desde el entorno del presidente de la Corte aprovecharon para apuntar contra su antecesor por el supuesto espionaje, lo que no ayudó a calmar los ánimos al interior del tribunal. Por ahora, Rosatti espera expectante y juega sus cartas. Él había propuesto rediscutir qué hacer con las escuchas y, según publicó La Nación, había rechazado recibir al titular de la AFI, Gustavo Arribas, cuando visitó el Palacio meses atrás.
La agenda
En el anteúltimo acuerdo, mientras Bouzat declaraba en Dolores, los supremos aprovecharon para pelearse por la dinámica del tribunal. Al parecer, el presidente de la Corte había obviado mandarles la agenda de fallos a los secretarios de la Corte pese a que la lista de temas había sido acordada más de un mes y medio antes.
- ¿Y ustedes cómo se enteran de los fallos? ¿Por los medios? – les preguntó a los secretarios uno de los ministros.
Tragicómicamente dijeron que sí. Esa tarde recibieron copia del listado de fallos que la Corte quiere sacar antes de la feria de julio.
En la lista figuran, entre otras cosas, las audiencias públicas para fines de mayo en un pleito entre la municipalidad de Quilmes y la petrolera Esso (actualmente Axion) por el cobro de una tasa municipal de inspección, seguridad e higiene. No fueron pocos los que se asombraron – y refunfuñaron – porque Rosenkrantz se excusó en este caso porque había tenido a la petrolera en su cartera de clientes del estudio. Lo que sí señalaron molestos es que había participado de las discusiones sobre el fallo que probablemente salga antes de la feria.
Por ahora no está previsto ningún fallo trascendente para la semana del 25 de abril, cuando el presidente de la Corte estará en Nueva York junto a Torello y al senador Miguel Ángel Pichetto (PJ) ante un auditorio de posibles inversores.