Una mujer violó la cuarentena y salió a la calle a tomar sol. Instalada con su reposera, se negó a las indicaciones de la Policía para que regrese a su hogar. Tras un forcejeo y una discusión, la mujer cedió e ingresó a su domicilio. “Colabore conmigo. Sea una persona bondadosa, no alguien que viene a hincharme para jorobar. No le hago mal a nadie”, afirmó, disgustada ante el operativo que se desplegó en Palermo.
Escuchando música en sus auriculares, la señora se negó rotundamente a dejar su posición. “No quiero llevarla detenida. Vaya a su casa”, le pidió el efectivo policial, de buena forma. Negada y desafiante, la anciana retrucó: “Espera hasta las 15.20. No contagio a nadie". La policía solicitó personal femenino para lidiar con la situación sin llegar a recurrir a un arresto.
"El ejercicio de los derechos, permite asumir los deberes" afirmó Isolina Dabove, Especialista en Derecho a la vejez del Conicet, en una llamada telefónica con los periodistas de TN, que siguieron el insólito momento. Los argumentos de la mujer, quien es grupo de riesgo por su edad, fueron rotundos y repetitivos. "No contagio a nadie", "yo me cuido", "no soy una amenaza" y "no joroben", fueron sus frases más fuertes.
A las 15.20, recogió sus cosas y emprendió la marcha para volver a su casa. Se puso guantes y barbijo, agarro la reposera y partió. Y cruzó la Avenida con el semáforo en verde, motivo que puso en alerta a los efectivos que salieron en su ayuda. La travesía de la mujer que violó la cuarentena obligatoria concluyó con una escolta que la acompañó hasta la puerta de su residencia.
Si bien para la especialista Isolina Dabove, "la vitamina D es fundamental para que no se grave la osteoporosis", un vecino de la mujer, Rolo Manzur, comentó a los conductores del noticiero que no se trata de la primera vez que esto sucede. "Ayer tuvo el mismo problema. La esperaron y la llevaron a la casa", afirmó Manzur.
Llegando a su domicilio, la mujer policía no dejó que la señora ingrese. Luego de varios minutos de tensión, los efectivos le liberaron el paso y dejaron que suba a su departamento. Un hecho insólito y una mujer que escapó a sus responsabilidades sociales para "tomar un poco de sol".