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En declaraciones a radio La Red, Méndez sostuvo que "a nosotros nos toca bailar con la más fea por el nivel de inflación que hay en el país. Acá, la moneda se deteriora a toda velocidad y lógicamente, las paritarias son siempre antipáticas".
Por ese motivo, consideró que "en un país normal, la paritaria dejaría de estar. Es una política de Estado que fracasa, que nos complica a los empresarios y a los trabajadores, con una discusión que no debería existir si tuviéramos valores razonables" de inflación.
"No se puede hacer una suba del 43%. Es imposible", subrayó el dirigente industrial, para quien sólo será posible negociar "recomposiciones salariales de entre 15 y 20%, como máximo".
Méndez evaluó, asimismo, que la decisión del Gobierno de no tocar el Impuesto a las Ganancias "no es una actitud caprichosa, pero la verdad es que la Argentina está sujeta a una presión impositiva monumental, jamás conocida, donde estamos a niveles de países con alto desarrollo con una contrapartida de servicio de países con bajo desarrollo".
"Seguro nos van a sacar corriendo, pero nosotros también los vamos a sacar corriendo a los que vengan con un planteo de aumento de 43%", anticipó. Además, aseguró que en el sector industrial "no hay atraso en los salarios. Es más: tiene las horas de trabajo mejor pagas de la región".
Esta semana, el Gobierno también se expresó en contra de aumentos salariales por encima del 40%, como pretenden lograr los maquinistas del sindicato La Fraternidad, en paritarias. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, advirtió hoy que todos los acuerdos deberán pasar el "filtro de la negociación", por lo cual estimó que las subas a firmarse estarán muy por debajo de ese porcentaje.