Un informe realizado por la Gendarmería Nacional y técnicos del CONICET afirma que, en realidad, el faltante de marihuana secuestrada equivale a 850 kilos, casi el doble que los 500 que se creía en un principio. Oficiales de la Policía habían afirmado que se lo habían comido las ratas.
Si ya la versión original era algo increíble y complicaba a los involucrados, ahora se torna casi imposible: el estudio precisa que, para que esto fuera posible, habría sido necesario miles de estos roedores comiendo el material secuestrado durante varios meses, sin contar el hecho de que ante la primera ingesta habrían fallecido.
Según informó el matutino Ámbito Financiero, las pruebas no dejan otro camino que procesar a los ocho oficiales de la Bonaerense involucrados, luego de que se exculparan por la falta del material secuestrado con la hambruna de los roedores.
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La marihuana incautada que quedó bajo la tutela de la Subdelegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas de Pilar había sido secuestrada en operativos realizados por orden de tres juzgados.
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