La ex ministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, lanzó su opinión sobre el impuesto a las grandes riquezas del país y dejó en claro que está en contra. “Es contrario a lo que se hace en el mundo”, dijo.
Bullrich afirmó este miércoles que "en este momento el Estado tiene que poner dinero y no sacarlo". El proyecto está siendo elaborado por el oficialismo en la Cámara de Diputados para establecer un impuesto por única vez a las "grandes fortunas" por el coronavirus.
"No coincidimos en que sea momento de aumentar impuestos; al revés, se deberían bajar, postergar servicios, postergar pagos", dijo Bullrich esta mañana en declaraciones a radio Continental, en las que recalcó que, ahora, "el Estado tiene que poner dinero, no sacarlo".
La ex funcionario Bullrich y principal referente de la oposición sostuvo que "en este momento de excepcionalidad todo lo que significa aumento de impuestos es contrario a lo que se está haciendo en el mundo entero".
"No estamos de acuerdo en quitarle capacidad o capital a nadie. Como dijo (el presidente uruguayo Luis) Lacalle Pou, vamos a necesitar que las grandes empresas cuando abran tiren del carro. Es sacarle capacidad a grandes empresas que, a la vez, ayudan a muchas pymes que dependen de ellas", continuó la ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri.
Qué se dice en el mundo sobre el impuesto a los ricos
Los líderes mundiales contradicen la versión de Bullrich. "Nunca entendí por qué en la Argentina los ricos no pagan más impuestos”. La frase le pertenece a Angela Merkel, la Canciller de Alemania. Se la dijo al presidente Alberto Fernández, en un encuentro de hace meses cuando el mandatario estuvo en Europa.
"Alemania instauró un impuesto a la riqueza ante la crisis posterior a la segunda guerra mundial y lo eliminó en 1997, aunque mantiene otros aquí inexistentes, como el tributo a la herencia, que sólo se aplica en la provincia de Buenos Aires, pero no a nivel nacional. En el país que lidera Merkel, el gravamen al patrimonio volvió a tomar protagonismo a fines del año pasado, con un proyecto presentado por el partido social demócrata y el debate recobró fuerzas en estas últimas semanas a raíz de la crisis desatada por el coronavirus", enumeró el diario Página 12.
El fundador de Microsoft, Bill Gates, dueño de la segunda mayor fortuna del mundo, criticó al sistema impositivo norteamericano. En una carta publicada en su blog personal, el magnate reclamó que "los ricos deberían pagar más de lo que pagan actualmente, y eso incluye a Melinda y a mí". Además, reconoció sentirse "desproporcionadamente recompensado por el trabajo que he realizado, mientras que muchas otras personas que trabajan igual de duro luchan por sobrevivir".
Gates relató que impulsa este sistema fiscal hace años: "Hace casi dos décadas, mi padre y yo comenzamos a pedir un aumento en el impuesto federal sobre el patrimonio y un impuesto sobre el patrimonio en nuestro estado natal de Washington , que tiene el sistema fiscal más regresivo del país" y recordó que su padre escribió un libro sobre por qué es necesario gravar las fortunas acumuladas.
Asimismo, el creador de Microsoft afirmó que Estados Unidos no recauda el dinero suficiente. "El gobierno recauda alrededor del 20 por ciento del PIB en impuestos mientras gasta alrededor del 24 por ciento", argumentó. Paralelamente, la brecha entre los más ricos y los más pobres "es mucho mayor que hace 50 años". Para resolver este problema, Gates propuso "un sistema impositivo en el que, quien tiene más dinero, pague un porcentaje más alto en impuestos".
El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz también se ha manifestado siempre a favor de que quienes poseen mayores riquezas paguen más impuestos. Tanto para opinar de la economía actual de Estados Unidos como de la crisis en España con Mariano Rajoy, ha mostrado su punto de vista. "Hay que subir los impuestos a los más ricos", fue contundente en su nuevo libro, 'Capitalismo progresista', donde afirma que las injusticias que no se corrigen se heredan.
Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), también está en esa sintonía. Considera que el impuesto a la riqueza "es una alternativa válida, un instrumento muy útil", dado que los países de América Latina necesitan aumentar la carga tributaria de una manera más progresiva, según afirmó a la BBC.
En Sudamérica los ejemplos sobre los impuestos a los ricos son de Uruguay y Colombia. En el primero está el denominado Impuesto al Patrimonio (IPAT), que grava el patrimonio neto de personas naturales y jurídicas localizadas en Uruguay. Incluye activos como dinero en efectivo, metales preciosos, créditos a favor del contribuyente, vehículos, inmuebles, casa habitación y muebles. Para personas físicas y núcleos familiares residentes en Uruguay va del 0,4% al 0,7%. Para personas físicas no residentes va de 0,7% a 1,5%. Entre los bienes exentos están los activos en el exterior, las áreas forestadas con determinados tipos de bosques, los títulos de deuda pública, las acciones de la Corporación Nacional para el Desarrollo y bienes inmuebles rurales afectados a explotaciones agropecuarias.
En Colombia se grava el patrimonio neto localizado en Colombia de personas naturales y jurídicas. Se calcula tomando el patrimonio total bruto menos las deudas. Incluye los bienes en el exterior y la versión actual de la ley aplica desde 2019 a 2021. Tiene una tasa única de 1% para los patrimonios netos superiores a US$1,5 millones (aproximadamente). El bien exento es la primera vivienda del contribuyente por un valor de hasta US$140.500 (aprox.).