Por Darío Gannio
Redacción El Destape
@dgannio
La pelea por el bono de fin de año se agudizará en las próximas semanas y será eje de las negociaciones entre empresarios y sindicalistas, ya que los salarios perdieron la carrera con los precios en el 2014. Algunos sectores, como el bancario, ya anunciaron que lo pagarán, pero desde el Gobierno quieren que no se extienda a todas las actividades.
En un 2014 complicado, pero que desde Economía aseguran que tendrá un final más moderado, son varios los sindicatos que quieren un bono para compensar la pérdida del salario real de los últimos meses. Es que la inflación fue la más alta del kirchnerismo, principalmente por la devaluación de casi el 20% de enero y de más del 40% en diez meses.
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La orden de la Rosada en las paritarias fue que no tocaran el 30%, y solo los gremios opositores con mayor poder de negociación pudieron cerrar aumentos mucho más altos. Ninguna de esas cifras pudo ganarle a la inflación estimada por las consultoras privadas, aunque superaron a la del nuevo estimador del INDEC, el IPCNu, que debutó en enero y que alcanzó a septiembre una variación del 16,7 por ciento.
Varios economistas del Gobierno reconocen que el salario real en dólares no creció este año, pero sostienen que sí lo hizo en todos los últimos períodos. De hecho, según un relevamiento de El Destape, el crecimiento fue mayor en las primeras dos presidencias del matrimonio Kirchner.
En efecto, el salario real creció un 39,6% durante el mandato de Néstor Kirchner, entre 2003 y 2007, cuando el salario promedio terminó en los $2.000 y cuando el salto más importante, de 11%, se dio en 2006.
La tendencia se mantuvo durante la primera gestión de Cristina Kirchner, y el aumento anual real llegó a ser del 27% en todo el período, según datos del Ministerio de Trabajo y la consultora abeceb.com, que dirige el economista Dante Sica.
Es que, en ese período, mientras los sueldos medios crecieron entre un 20% y un 32%, la inflación lo hizo entre un 13% y un 24 por ciento.
Pero después de las elecciones de 2011 esa tendencia se revirtió. Principalmente en el último año. Es que mientras en 2012 los ingresos de los trabajadores se incrementaron en un 30%, la inflación fue del 24% (solo un 6% de diferencia), y en 2013 la suba de ambos fue la misma: 27 por ciento. Pero en 2014, con devaluación y caída de la actividad, el salario real podrá haber caído por primera vez en todo el kirchnerismo: lo haría en un 7% cuando los argentinos festejen la llegada del 2015. Esto es por una suba del salario promedio del 28% y un aumento de precios del 35 por ciento. El resultado en estos tres años: una baja del ingreso real del uno por ciento. Por eso el reclamo de los trabajadores.
Según varios economistas, se llegó a esa situación porque la devaluación debería haberse hecho antes y porque los aumentos de salarios "calentaron" la economía, lo que dinamizó la inflación. "Ningún sindicalista se quejó de que su salario en dólares haya aumentado un 50% en 2011. Ahora sí reclama, y está en su derecho, porque su ingreso cae unos puntos, pero esa situación era irreal", sostuvo un economista de renombre que ahora asesora al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli.