Increíble pero real: la UBA alertó sobre el peligro de Tsunami en Neuquén

La Universidad de Buenos Aires reveló que podrían producirse olas de de decenas de metros de altura.

10 de septiembre, 2019 | 17.13

El Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reveló que existe riesgo de que se produzca un Tsunami en la provincia de Neuquén.

La investigación realizada por los científicos de la UBA alertó que el fenómeno natural podría ocurrir dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, ubicado en Villa Traful. El evento está vinculado de forma directa con el bosque sumergido, un área del parque donde desde hace 80 años la pared motañosa se desplaza hacia el fondo del lago que lleva el mismo nombre que el parque.

El proceso natural puede concluir en un desmoronamiento de la pared que ocasionaría el tsunami, de acuerdo con las proyecciones de los geólogos que estudian el área. 

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“El bosque sumergido es parte de un deslizamiento amplio del borde de la ladera del cerro, que está hundiéndose en el lago en forma acelerada, según el monitoreo que hemos realizado a lo largo de los últimos ocho años”, explicó Andrés Folguera, investigador en el Departamento de Ciencias Geológicas de Exactas UBA, en declaraciones recogidas por el portal Urgente 24.

La cadena montañosa mide unos tres kilómetros de ancho por 10 de largo y se desplaza a razón de 36 centímetros al año, lo que en términos geológicos es considera como rápido. “Si se desmorona, se podría generar un tsunami, y los tsunamis en lagos pueden generar olas de decenas de metros de altura”, remarcó Folguera.

De acuerdo con un trabajo publicado por el becario doctoral Federico Carballo en el Journal of South American Earth Sciences fueron los pobladores de Traful quienes notaron los cambios por el desplazamiento. "Para verificar esos movimientos, realizamos tres viajes al terreno: el primero en 1995, luego en 2010 y 2017”, explicó en su investigación.

De acuerdo con la información recabada por Carballo, en un lapso de 22 años, los árboles se hundieron alrededor de ocho metros. Algunos de ellos medían hasta 15 metros y hoy se encuentran sumergidos por completo. “El impacto se puede minimizar si se destinan recursos”, destaca Folguera.

En caso de que la situación empeore, Folguera plantea que debería crearse un plan de evacuación masiva para salvar vidas humanas y también un plan de infraestructura y urbanización. “Sobre la base de las observaciones, no se puede descartar que se produzca una desestabilización repentina y un proceso catastrófico”, indican los autores en el artículo. Y resaltan: “Los antecedentes de actividad sísmica en el área podrían disparar la aceleración de este proceso”.