La propuesta de crear un impuesto a las grandes fortunas levantó una férrea defensa de los multimillonarios y de sus voceros mediáticos. Esto pone de relieve la inmensidad inimaginable de esas riquezas, que aumentaron aún más durante el macrismo. Según los lineamientos del oficialismo, les permitirían recaudar cerca de U$S 3.000 millones.
El 1% de los argentinos más ricos se apropian del 15% de los ingresos de todo el país, de acuerdo a los cálculos de la CEPAL, que reflotó OCIPEx en su último informe. Esta desigualdad es aún más grave en Estados Unidos, pero aún mayor en Colombia y Chile, donde se quedan con el 20%. En México, el pequeño grupo más opulento se lleva el 25% de la producción anual, lo que es aún peor en Brasil.
Esta relación empeoró con Cambiemos. La gestión de Mauricio Macri concluyó con una suba del coeficiente de Gini de 0,434 a 0,439, en el último trimestre de 2019 respecto al mismo período de 2018, según el INDEC.
La brecha entre el 10% de la población con mayores y menores ingresos creció de 20 a 21. Es que el estrato de menores ingresos registró un salario de $ 9.316 y el de los más adinerados alcanzó los $ 62.802, precisó la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
El principal argumento en contra de los archimillonarios para defender sus activos consiste en atacar los gastos de un Estado que disfrazan de ineficientes. El plan de Sergio Massa, para atender a esta demanda y reducir salarios del Congreso ahorrará solamente $ 200 millones, el 0,1% de lo que espera recaudar Carlos Heller si pasa el nuevo impuesto que propondrá y que afectará a nada más que 12.000 personas (el 0,08% de la población económicamente activa).
Además de esto, los voceros de los más ricos se escudan en que las fortunas fueron amasadas con arduo trabajo. Los economistas clásicos cerraron este debate hace dos siglos con una sencilla pero argumentada explicación: la riqueza la genera el trabajador. La inversión del empresario simplemente colabora en multiplicar ese valor. La ganancia, como tal, consiste en la apropiación del dueño del capital de la porción de un producido que le es ajeno.
"En Argentina los impuestos a los empresarios son muy altos"
Falso. Los argentinos más ricos destinan menos del 10% de sus ingresos a tributos. Están, por lo tanto, muy por debajo de México y de los países centrales.
En Estados Unidos y Polonia, la élite entrega alrededor del 15% de su renta al fisco. En Francia poco menos del 20%, Alemania cerca del 25% y, por encima de ello se ubican Reino Unido e Italia. En Suecia los multimillonarios pagan por impuestos el 30% de sus ganancias.