En otra medida destinada a paliar los efectos económicos de la cuarentena dispuesta para combatir el coronavirus, el Gobierno creó un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 destinado a asalariados informales, cuentapropistas de bajos ingresos, trabajadoras de casas particulares y monotributistas de la categoría A y B.
La medida apunta a atender la situación de 3,6 millones de hogares, cuya economía se ve perjudicada por el parate derivado del confinamiento. El desembolso se realizará por única vez, aunque podría prorrogarse en caso de prolongarse el aislamiento.
La inscripción para acceder al beneficio se realizará a través de la web de ANSES, que quedará habilitada en los próximos días. Podrán inscribirse los trabajadores no formales, los monotributistas de Categorias A -de ingreso promedio de $17.400 mensuales- y B, que posee un ingreso promedio de $26.100 al mes. Los beneficiarios que tengan cuenta bancaria a su nombre podrán cargar los datos para la transferencia. Caso contrario se les indicará dónde y cuándo percibirán el haber.
El Ingreso Familiar de Emergencia es compatible con la percepción de la Asignación Universal por Hijo (AUH), pero no la recibirán quienes perciban ingresos por jubilación o empleo formal en su grupo familiar. Tampoco quienes perciban ingresos por rentas.
“La tasa de pobreza en los hogares elegibles con estos criterios es de alrededor del 70%”, apuntó el sociólogo Daniel Schteingart, experto en estadística socioeconómica. “En la de los hogares que quedan afuera del programa, la tasa es de alrededor del 20%. Aquí se nota la altísima focalización del programa”, añadió.
De acuerdo a la Encuesta de Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Seguridad (ECETSS), la probabilidad de teletrabajar es mucho mayor en personas formales y de alto nivel educativo. Las ocupaciones con mayor porcentaje de teletrabajo son analistas de sistemas, investigadores de ciencia y tecnología, directivos de empresas, profesores universitarios y consultores. “Casi todas estas tareas están en el 30% de mayores ingresos”, apuntó Schteingart.
Por el contrario, las ocupaciones con nulo porcentaje de teletrabajo son peones rurales, encargados de edificios, mozos y ayudantes de cocina, trabajadoras domésticas y feriantes. A excepción de los encargados de edificio, con alto nivel de formalidad laboral, el resto estarían comprendidos por el Ingreso Familiar de Emergencia.
En términos formales, el IFE se destinará a monotributistas sociales, trabajadores informales, beneficiarios de Asignación Universal por Hijo o Embarazo o PROGRESAR.
El Ingreso Familiar de Emergencia se suma a las medidas económicas adoptadas por el gobierno para sostener los ingresos de las familias más afectadas por la emergencia sanitaria. A saber:
- Pago extra de la AUH y Asignación por embarazo de $3.103.
- Bono para jubilados y pensionados de $3.000 para quienes reciben un único haber mínimo
- Bono para perceptores de planes sociales de $3.000 destinado a 556 mil personas que cobran la mitad del salario mínimo.