A casi una semana de su asesinato, se conoció cuál fue la zapatilla que se usó para matar a Fernando Báez Sosa de patadas en la cabeza. Estaba entre los 19 pares que se secuestraron en la casa ocupada por los 10 rugbiers, con manchas de sangre en la punta, y que será sometida a una peritajes.
Fernando tenía en su cara la marca de la suela de una zapatilla. Según la investigación, la patada que le propinaron en la cabeza fue la que terminó de provocar su muerte, tras una feroz golpiza a la salida de un boliche en Villa Gesell en la madrugada del sábado.
Mientras se realizan las ruedas de reconocimiento, Infobae publicó la foto del calzado secuestrado en la casa que los rugbiers alquilaron en la ciudad costera. Se trata de una zapatilla de lona negra con sangre en la punta. La única que presentó manchas de este estilo, según se publicó. Junto a los videos del ataque, el reconocimiento y los testigos, la zapatilla será una de las pruebas que tendrá la fiscal Verónica Zamboni para resolver el crimen de Gesell.
Antes de determinarse a quién pertenece y si fue la que le dio el golpe final a Fernando, habrá que hacer una prueba de scopometría, que evalúa el objeto, sus mediciones y las marcas de la suela al compararlas con las que está en la cara del joven asesinado.
Ayer, Máximo Thomsen y Enzo Comelli fueron identificados en las ruedas con los testigos. Según informó el abogado de la querella, Fernando Burlando. Aseguró que "el primer golpe se lo da Comelli", tal como se desprendió de la descripción que hizo uno de los presentes en la rueda de reconocimiento. En tanto, Thomsen fue señalado como quien le pegó cuando estaba "arrodillado e inconsciente".
Según informó Télam en base a fuentes judiciales, cinco de los rugbiers detenidos por el crimen fueron identificados este viernes en la segunda rueda con testigos que los señalaron como partícipes del ataque dentro y fuera del boliche Le Brique.