Ibar Pérez Corradi complica a Germán Garavano y lo acusa por "malos tratos" a testigos protegidos

El programa de testigos fue utilizado como una herramienta de premios y castigos en el armado de causas contra exfuncionarios kirchneristas.

25 de octubre, 2019 | 17.32

El ministro de Justicia, Germán Garavano, está nuevamente en la mira por los malos tratos a los testigos protegidos, programa que depende de su cartera. En un video al que tuvo acceso El Destape, de forma exclusiva, Ibar Pérez Corradi, detenido por tráfico de efedrina, fue trasladado a declarar ante la Justicia con la ropa completamente rota, lo que demostró un muy mal trato para con su persona. El hombre está detenido en el penal de Marcos Paz y denunció pasar hambre y haber sido mordido por un roedor, lo que también puso en jaque el servicio penitenciario federal, dependiente del mismo funcionario macrista.

Como publicó este medio en agosto, Pérez Corradi aseguró que desde el Gobierno “se enojaron” con él porque no dijo “cosas de Aníbal Fernández”, sobre la causa del triple crimen de General Rodríguez. Eso le valió malos tratos entre los que manifestó haber bajado quince kilos por una huelga de hambre, ya que la comida era “incomible” o la falta de medicación psiquiátrica, que debería tomar.

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El Destape reveló que el programa de testigos protegidos se utilizó como un sistema de premios y castigos. Mientras los que no participaron del armado de causas contra exfuncionarios recibieron malos tratos y terminaron en prisiones, otros, como Leonardo Fariña, fueron beneficiados con la prepaga OSDE con una cuota de $9.500 y un suntuoso alquiler.

Pérez Corradi debió declarar el 8 de octubre ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional número 1, de Morón, porque se le atribuyó haber dañado las instalaciones del pabellón VII del penal de Marcos Paz. El episodio en cuestión ocurrió el 7 de septiembre y, según consta en la documentación legal a la que accedió este medio, consistió en la rotura de una reja de acceso al salón de usos múltiples y la puerta de una celda.

En el video, al que accedió este medio, se puede ver el traslado del detenido en condiciones paupérrimas. Envuelto en un imponente operativo de seguridad, con los pantalones rasgados y la ropa completamente rota.

Según el personal del servicio penitenciario, vieron por las cámaras del circuito cerrado cómo Pérez Corradi y otro interno comenzaron a violentar estos objetos. Esto fue negado por el hombre en cuestión, quien esgrimió no verse en esas filmaciones forzando la puerta y sostuvo: “Soy un paciente psiquiátrico y no me están suministrando medicación”.

Además,se manifestó incapaz de poder realizar semejantes daños porque en esa época realizó una huelga de hambre “y había bajado quince kilos, lo cual consta en las actas de control”. Por eso, remarcó: “Estaba famélico y es imposible que haya roto una reja”.

El hombre detenido por tráfico de efedrina remarcó que él no debería estar detenido porque Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, se lo prometió. Hecho, con documentación, que publicó El Destape y que excede a sus funciones ya que el programa de protección de testigos y el servicio penitenciario federal dependen de Garavano.

“La lamechocho de Patricia Bullrich se comprometió a que yo no iba a estar nunca en dependencias del Servicio Penitenciario. Que este compromiso corresponde al requerimiento por la República del Paraguay por solicitud mía, ya que yo sabía que iba a estar en condiciones inhumanas, sin poder trabajar, sin recibir visitas ni estudiar confinado, como actualmente me encuentro”, declaró.

Según el documento oficial, que lleva la firma de Bullrich y el membrete del Ministerio de Seguridad, el 1 de julio de 2016 la funcionaria se comprometió a que Pérez Corradi no estaría alojado “en ninguna dependencia del Servicio Penitenciario Federal o del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, en la medida que la naturaleza de la información que pudiera brindar en el marco de las causas por las que se encuentra imputado en la República Argentina, amerite la exclusión del régimen habitual de alojamiento en las dependencias referidas, en resguardo de su integridad”.

Además, denunció haber sufrido “extorsiones y robos” dentro del penal y que “hace más de 130 días” que no puede ver a su familia, algo que se había acordado que iba a ocurrir y cuyos costes, según pudo averiguar este medio, corrían a cuenta del programa de protección de testigos.

Detenido, aseguró: “Todos estos vejámenes que estoy sufriendo fueron porque no quise seguir las instrucciones de Patricia Bullrich en denunciar a Anibal Fernández. Que esto me lo transmitió, entre otras personas, Dalmau Pereyra, jefe de contrainteligencia de la AFI, en junio de 2016 en Paraguay”.

Desde el penal, en agosto Pérez Corradi habló con El Destape y aseguró: “Parece que, como lo dije en un juicio, que la firma de la Ministra de Seguridad vale menos que la palabra de una meretriz transexual adicta al paco. Eso lo dije en un juicio, está la filmación y todo”. Sin embargo, en esas negociaciones él no tuvo contacto directo con la funcionaria macrista, según aclaró. En base al acuerdo, reveló: “Ellos estaban esperando que diga cosas de Aníbal Fernández que no eran así y se enojaron por eso” y agregó que decidió “no mentir”. En comunicación telefónica, enfatizó: “Declaré y decidí no mentir”.