Hungría selló ayer su frontera a los refugiados y ahora aplica una legislación draconiana que establece penas de hasta cinco años de cárcel por entrar de forma ilegal y sólo tramita peticiones de asilo a ciudadanos de zonas de conflicto con documentación en los puntos de entrada oficiales.
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Además, declaró el estado de emergencia en dos distritos sureños fronterizos con Serbia. El vocero gubernamental Zoltan Kovacs, anunció que la medida responde a la crisis desatada por la ola inmigratoria masiva de refugiados que intentan entrar en los países de la Unión Europea (UE) desde Asia, Medio Orienta y África.
Hasta que Hungría cerró de forma inesperada -ayer a las 11.30, hora en Argentina- un espacio abierto en su frontera en Röszke, por el que entraron miles de personas en las últimas semanas, la policía registró la llegada al país de más de 9.380 personas, aunque la inmensa mayoría siguió camino hacia Alemania, Holanda o las naciones escandinavas.
Los 16 refugiados fueron detenidos cuando trataban de cortar la valla levantada en la frontera, una acción para la que se establecen cinco años de cárcel por el agravante de dañar la alambrada, según la televisión pública húngara M1, citada por EFE.
La valla de 175 kilómetros, fue construida por el gobierno húngaro en su frontera con Serbia para frenar la llegada de refugiados, pero además de esa medida, desplegó a unos 900 policías y 4.300 soldados en la región.
Un total de 130 jueces serán los encargados de aplicar la nueva normativa por medio de juicios rápidos en la ciudad de Szeged.
Aunque, juristas consultados por M1 aseguraron que las primeras sentencias, por procedimiento abreviado, serán sólo condicionales y conllevarán la expulsión del detenido del país.
Sin embargo, en caso de que se le detenga de nuevo intentando entrar de forma ilegal, sí se ejecutaría de forma inmediata la pena de prisión.
El trato recibido por los refugiados que entraron en forma ilegal fue duramente criticado por organizaciones como Human Rights Watch, que aseguró que las condiciones en los centros de acogida son "inhumanas".
Ademaś, se establecen procedimientos acelerados de asilo que determinarán en pocos días si las solicitudes son aceptadas, pero los refugiados que no obtengan ese estatus serán devueltos a Serbia.
Decenas de miles de refugiados de naciones como Siria, Irak o Afganistán han recorrido en las últimas semanas la llamada ruta de los Balcanes, a través de Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría, camino de países ricos de Europa, especialmente Alemania y Suecia.
Las dificultades para atravesar Hungría pueden provocar que la ruta se desvíe ahora desde Serbia hacia Croacia y Eslovenia, para entrar de nuevo en Austria desde el sur.