El femicidio de Lucía Pérez motivó el primer paro nacional de mujeres en la historia de Argentina el 19 de octubre de 2016. Miles de mujeres vestidas de luto llenaron las calles y los lugares de trabajo en lo que se llamó un “miércoles negro”. Ahora, ante el fallo machista que dejó absueltos de todos los cargos por abuso sexual a los únicos imputados por el asesinato de la adolescente de 16 años, la escena se repetirá.
Este 5 de diciembre volverá a ser un miércoles negro, con paro y movilizaciones en todo el país. La decisión fue tomada en una asamblea que se realizó en la sede de la CTEP en la que participaron organizaciones sociales feministas y Marta Montero, la madre de Lucía.
De esta manera, los colectivos de mujeres y disidencias definieron realizar la medida de fuerza en distintas modalidades (paro total de actividades, realizar asambleas o colocar carteles en los espacios laborales).
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Además de esto, convocaron a concentrarse este miércoles en el Palacio de Tribunales a las 17 horas. Luego, se marchará hacia el Obelisco para realizar una intervención propuesta por la mamá de Lucía, que consistirá en acostarse en el suelo en silencio, y luego se continuará la movilización hasta Plaza de Mayo.
Lucía Pérez apareció muerta en la puerta de un hospital de Mar del Plata el 8 de octubre de 2016. Su cuerpo había sido lavado previamente. En un primer momento, la fiscal María Isabel Sánchez aseguró que había sido violada y empalada, lo cual habría provocado que muera de dolor.
Por el femicidio fueron imputados Alejandro Maciel, de 61 años; Juan Pablo Offidani, de 43; y Matías Farías, de 25 años. Sin embargo, los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas determinaron en su fallo que no hubo violación ni empalamiento, y sostienen que la muerte fue por sobredosis.
El pasado lunes 26 de noviembre los tres imputados fueron absueltos de los cargos por abuso sexual, y sólo Offidiani y Farías fueron condenados por venta de drogas. Maciel quedó libre.
Los jueces no parecen ver nada de malo en que Lucía, de 16 años, murió en el marco de una situación en la cual se encontraba con tres adultos que la superaban ampliamente en edad, quienes la drogaron hasta que ella terminó muerta, y que uno de ellos (siete años mayor) tuvo relaciones sexuales con ella. Si bien no se pudo comprobar el abuso y el empalamiento, en el fallo sí admiten una dilatación anormal del ano y ausencia de lubricación en su vagina.
Además, aseguran que como ella tenía “carácter fuerte” y tenía relaciones “con quien quería”, no podría haber sido sometida, e intentan defender que como Farías “compró facturas y una Cindor para compartir con Lucía en su domicilio” no podría haber tenido intención de violarla.
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