Lucas Cabello vive en el barrio de La Boca y se gana la vida cuidando coches en las inmediaciones del restaurante Il Matarello, en Martín Rodríguez 549. Sin embargo, hace dos días, su historia cambió: hoy no es más un "trapito" ni vive en La Boca sino que pelea por su vida tras haber sufrido un ¿confuso? episodio con la Policía Metropolitana, donde terminó con tres tiros letales en su cuerpo.
Hace dos días Lucas Cabello caminaba por su barrio y fue baleado por un agente de la fuerza de seguridad que lanzó Mauricio Macri, hace 7 años. Hoy está internado en estado crítico y, según contó su abogada a El Destape, los médicos debaten si trasladarlo o no a una clínica especializada para que se pueda realizar una intervención de médula. El traslado es riesgoso y, además, existen serias posibilidades de que Lucas termine cuadripléjico.
Apenas se conoció el hecho, la familia del trapito baleado contó cuál era la versión que quería instalar la Metropolitana: que fue un caso de "violencia de género" y no de gatillo fácil, que Lucas estaba armado y que no atendió a la "orden de alto". Esta idea la respaldó la misma vicejefa de Gobierno porteño -y gobernadora electa de la provincia de Buenos Aires-, María Eugenia Vidal, quien en declaraciones a la prensa aseguró que "el policía no estaba en la escena de casualidad sino que estaba ahí por un caso de violencia doméstica: es un caso de violencia de género".
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Sin embargo, desde hace 48 horas que vecinos del barrio de La Boca se encargan de desestimar esta idea e insisten en no dejar salir de la escena que se trató de un caso de gatillo fácil. Gabriela Carpinetti, abogada de la familia del joven herido, explicó: "Lucas estaba desarmado, lo único que tenía en la mano era un sandwich de milanesa. Queremos que la causa quede caratulada como tentativa de homicidio agravado por el estado de indefensión de la víctima, que al agente se le dé la pena que corresponda y sea exonerado de la fuerza".
De acuerdo a la letrada: "El oficial que disparó está declarando en Tribunales. Todavía no conocemos su versión" y dio su propia interpretación de lo que ocurrió ese día: "Lucas estaba volviendo hacia su casa y lo próximo que sabemos es que fue baleado indefenso. Lo remataron en el piso, lo vieron muchos testigos".
A su criterio, el policía procedió de esa manera "porque ya había un ensañamiento previo con vecinos del complejo donde Lucas vivía y en particular con él, que trabajaba en la calle y cuidaba coches". "Es un caso de criminalización de la pobreza", definió Carpinetti y añadió, en este sentido, que "el 90 por ciento de las denuncias contra la Metropolitana se efectúan en la comuna 4", es decir, los barrios de La Boca, Pompeya, Barracas y Parque Patricios.
La abogada destacó que están "presentando un montón de testigos: hasta la pareja declaró y desmintió que haya habido violencia de género" y criticó el "desconocimiento de la causa" de María Eugenia Vidal y del ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, por haber avalado la primera teoría de la fuerza policial. "Nadie del gobierno de la Ciudad se comunicó con nosotros", aseguró. Esta mañana, el subjefe de la Metropolitana explicó que no se trató de un caso de violencia de género.
Carpinetti contó que desde su creación,
"la Metropolitana tiene 6 ejecuciones y sólo una condena: el caso de Bruno Papa".
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