El ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo que pagar la deuda a los acreedores en el contexto del avance coronavirus y con la delicada situación económica que tiene Argentina "no tiene sentido" y generaría "condiciones" muy nocivas para cuando pase la pandemia.
En una extensa entrevista con Horacio Verbitsky para El cohete a la Luna, el funcionario dio precisiones sobre la situación de la Argentina frente al pago de la deuda y señaló que si bien el avance del coronavirus modificó el escenario, la Argentina "ya enfrentaba una carga de deuda insostenible" y necesitaba "un proceso profundo de reestructuración de su deuda" antes de la pandemia.
"Las urgencias se profundizan y se hace inevitable seguir el camino que estamos siguiendo. Hoy el mundo necesita todos los recursos para políticas públicas que respondan a los desafíos sin precedentes que plantea esta pandemia. Pagar deuda a los acreedores, para países que tienen fuertes restricciones de recursos no tiene sentido", aseguró.
Y resaltó: "Sería empeorar la situación e implicaría dejar condiciones muy nocivas para cuando termine el coronavirus. Haría muy difícil la recuperación, no sólo por la vulnerabilidad de grandes sectores de la sociedad sino también porque empieza a haber destrucción de empresas. Y se necesita preservar el saber hacer de esas empresas. A eso deben destinarse los recursos, no a hacer pagos de deuda".
En referencia a la propuesta de postergar los pagos de la deuda extranjera hasta 2023, el ministro subrayó que lo que el Gobierno plantea "no es solamente no pagar por este año o el próximo, sino una reestructuración de deuda integral". Al tiempo que indicó que la Argentina "entra en unos costos de financiamiento que son prohibitivos porque ha tomado deuda a tasas que hoy no puede enfrentar".
Guzmán insistió en que la oferta realizada a los acreedores es la misma que se hubiese propuesto antes del coronavirus. "Hemos buscado la mejor combinación entre quita de capital y quita de intereses. Al fin y al cabo, lo que importa es cuánto se paga", consideró.
En otro orden, el economista no eludió la situación y consideró que "la Argentina ya está en una situación de virtual default". "Lo que estamos tratando de hacer es de resolverlo lo más rápido posible, de una manera que sea la más beneficiosa, idealmente para todas las partes. Si la oferta es aceptada se habrá resulto un problema. En caso contrario, ya considerábamos que estamos en un virtual default, tenemos un plan para eso", explicó.
En cuanto a la relación del Gobierno con el FMI y el cambio de postura sobre la sustentabilidad de la deuda que significó la salida de Christine Lagarde y la llegada Kristalina Gueorguieva al frente del organismo, el funcionario resaltó que "lo que tenemos sobre la mesa es anómalo", ya que "durante décadas, el FMI tomó el lado de los acreedores en los procesos de reestructuración de deuda", promoviendo procesos de mayor austeridad fiscal y más ajuste, que "nunca funcionan", y "esta vez ha sido distinto".
"El análisis de sostenibilidad de la deuda que hizo el FMI se asemeja al que produjo la Argentina. Lo que dice ese análisis es que no puede haber más austeridad en un contexto de recesión, que debe haber un camino sostenible hacia la consolidación fiscal y que no se puede pagar ahora", detalló.
Y destacó: "Es un cambio muy grande. Hay un proceso fuerte de involucramiento con el Fondo en esta primera etapa de reestructuración de la deuda con los acreedores privados. Ha habido mucho trabajo que ha generado que se entiendan las partes. Este es un camino largo, y es cierto que la Argentina tiene una deuda con el Fondo a la que no podrá hacer frente hasta 2023. También va a ser necesario que se reprograme eso. Pensamos que en este momento el Fondo lo entiende, y el análisis de sostenibilidad de la deuda que publicaron lo refleja".
Por otra parte, el ministro también dio su apoyo al proyecto de ley que busca cobrar un impuesto extraordinario a los más ricos para paliar la situación de los sectores más vulnerables en el contexto de la pandemia. "Es un proyecto que tiene nuestro apoyo, hemos estado analizándolo en detalle. Y corresponde. Es un impuesto por única vez que afecta aproximadamente a 11.000 personas, de una posición patrimonial muy fuerte, en un momento en que se necesitan recursos para financiar políticas de Estado absolutamente necesarias para lidiar con un desafío que no tiene precedentes. En esa línea se avanzará en los próximos días", ponderó.