La Corte Suprema de Justicia desestimó el pedido de Cambiemos para frenar la consulta popular convocada por el gobernador de La Rioja, Sergio Casas, quien busca la re-relección. De esta forma, la votación tendrá lugar el domingo 27 en esa provincia.
Con los votos de Ricardo Lorenzetti, Highton de Nolasco y Horacio Rosatti, el máximo Tribunal de Justicia rechazó el planteo del Gobierno, ya que consideró que no existe "afectación constitucional". El presidente del cuerpo, Carlos Rosenkrantz, votó en disidencia y Carlos Maqueda no votó.
La decisión de la Corte se conoció a horas de que se desarrolle la consulta popular, en la que los vecinos de La Rioja decidirán si habilitan a Casas a competir por un nuevo mandato. El fallo se planteó que los comicios previstos "no generan una afectación constitucional específica en cabeza de los peticionarios".
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Para esta decisión, recordaron un caso similar en la provincia de Mendoza, donde se pretendía suspender un plebiscito sobre una modificación constitucional. En ese antecedente, el Tribunal precisó que la demanda "no conformaba un caso susceptible de ser resuelto por el Poder Judicial" y advirtió sobre una "sobrejudicialización de los procesos de gobierno".
Si bien la sentencia de la Corte convalidó la consulta popular del domingo porque "no causa estado en sí mismo, ni tampoco conlleva una vulneración de derechos subjetivos", no fija una posición sobre el fondo de la cuestión, que deberá ser evaluado por los tribunales locales, a los que intimó a actuar velozmente.
La definición de la Corte fue particular, ya que no es habitual que habilite la feria judicial. De hecho, tres de los cinco integrantes del tribunal estaban fuera del país y tuvieron que solicitarle a Carlos Rosenkrantz que atrase la convocatoria para tratar el tema -prevista en una primera instancia para el jueves 24- para poder organizar su regreso.
En esas negociaciones se revivió la tensión que atravesó el tribunal en los últimos meses del año pasado y el presidente de la Corte llegó a amenazar con la posibilidad de convocar a conjueces, algo que no sucede desde hace más de 20 años.