En una repentina decision, el Gobierno postergará por un mes la aplicación del impuesto a los combustibles para reducir la inflación en el corto plazo. Sin embargo, la disposición no exlcuye aumentos por parte de las empresas.
De esta manera, el aumento que estaba previsto a partir del 1° de junio se trasladará al mes siguiente. Para este sábado, estaba previsto un nueva suba en las naftas y el gasoil por el incremento sobre los impuestos a los combustibles, que luego impactarían en los precios que pagan los consumidores en las estaciones de servicio.
En diálogo con El Destape, el Gerente de la Cámara de Expendedores de Combustibles, Guillermo Lego, sostuvo que la medida “es para controlar los precios a futuro por el impacto que tienen los combustibles en todo el sistema productivo. Aunque es solo una postergación”.
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Además, Lego remarcó que, a pesar de la postergación de la cuestión impositiva, “las empresas igualmente fijarán un aumento según sus pretensiones y seguramente trasladarán la inflación de junio al próximo ajuste en julio”. Para esta oportunidad, el ascenso se estimaba hasta un 4%, el cual se vería reducido parcialmente.
La actualización correspondía al Impuesto sobre los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, que iba a aplicarse cuatro veces al año: en marzo, junio, septiembre y diciembre, en base a los aumentos del Indice de Precios al Consumidor (IPC) de los tres meses anteriores.
Durante marzo, por ejemplo, Cambiemos ya había desdoblado la aplicación del impuesto en dos partes. En esa oportunidad, un 50% del impuesto se trasladó en marzo y el 50% restante en abril.
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