Luego de negarle el derecho al aborto legal a una niña de 12 años que fue violada por un vecino de 60 --lo que derivó en un parto forzado a través de una cesárea--, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, aseguró que la beba prematura recién nacida podría ser adoptada por "una importante familia" de la provincia.
En declaraciones a Radio Mitre, Morales sostuvo que hay "una familia importante de Jujuy" que quiere adoptar a la beba, que pesó 700 gramos al nacer y tiene pocas chances de sobrevivir. Esto va contra el proceso legal de adopción, que se maneja por medio de una lista de espera, lo cual quiere decir que es ilegal e inconstitucional elegir a dedo el hogar donde irá a parar la niña.
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Esto se suma al trato también inconstitucional para con la nena de 12 años, quien había solicitado debidamente la realización de una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) por tener un embarazo avanzado a raíz de una violación. El equipo médico, en lugar de garantizar el procedimiento de forma inmediata --como lo indica la ley--, retrasó esto una semana para lograr que el feto madure y viva fuera del útero.
Además, el propio ministro de Salud provincial, Gustavo Bouhid, aseguró que el objetivo siempre fue obtener un bebé con vida, en lugar de respetar la decisión de la niña. Aún así, Morales defendió que "se garantizó el derecho de la niña a interrumpir el embarazo", lo cual no fue así ya que se hizo un parto en lugar de un aborto.
"Lamento que lleguemos a este estado público. Hubo medidas cautelares y el protocolo dice que no hay que ir a la Justicia. La Gobernación no tomará ninguna decisión contra el bebé recién nacido", sostuvo Morales. De todas formas, por incumplir con la legislación vigente y el protocolo de ILE, la familia podría llevar a cabo acciones legales contra el Estado.
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