La historia de Juan Brahin Ale conmovió a todos en las redes sociales. "Don Alí" como le dicen sus amigos, trabajó toda su vida y por la crisis económica quedó en la calle, por eso, pide ayuda desesperada para conseguir un hogar y un trabajo.
Tras la viralización de su historia, El Destape se puso en contacto con el abuelo de 84 años, quien contó cómo fueron las circunstancias que lo llevaron a tomar esta medida extrema.
Oriundo de Lules, un pueblito de Tucumán, llegó en la década del '50 a Buenos Aires, para trabajar con tan sólo 14 años. En el norte quedaron su madre, una mujer que enviudó a los 35 años, junto a sus 9 hermanitos a quienes les mandaba plata para que puedan sobrevivir.
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Con amplia trayectoria como mozo en importantes restaurantes y de alta categoría, hace tres años se resbaló en la cocina con unos hielos y en su caída se cortó con unas copas.
Las heridas en el cuello y en el brazo, que según su relato le "quedó colgando", fueron tan graves que estuvo casi medio año para poder recuperarse.
En ese período, por la imposibilidad de trabajar, se retrasó en los pagos de los gastos de su casa. A su vez, en ese momento falleció su hermano y tuvo que viajar, en medio de un estado delicado de salud, a realizar todos los trámites para su velorio y entierro.
En su ausencia, el administrador del departamento en el que vivió durante más de 35 años,logró en tiempo récord rematar la propiedad argumentando la falta de pago.
De regreso, pudo vivir algunos meses en un hotel con ayuda del dueño del restaurante en el que trabajaba, hasta que le dejaron de pagar y lo echaron.
Aunque trabajó durante más de 60 años, ahora no tiene nada y recibe la jubilación mínima porque quienes fueron sus patrones nunca le hicieron aportes. "Los empresarios son tramposos", asegura. Hace tiempo pide asistencia a los servicios sociales del Estado, al PAMI y al ANSES, pero sin lograr resolver su problema.
"Nadie del Gobierno me ayudó", se lamenta con la voz quebrada. Por lo pronto, se encuentra viviendo junto a Adrián, un joven que le abrió las puertas de su casa pero que busca una solución definitiva para que Juan pueda tener un hogar.
Tras la exposición de su caso, vecinos se ofrecieron para colaborar con ropa y zapatillas pero aún sigue sin resolverse su situación.
Luego de seis décadas de esfuerzo y con 84 años, sigue buscando trabajo y un hogar.