Un peritaje balístico demostró que, en diciembre del año pasado, un policía de la Ciudad de 19 años mató a una mujer al disparar en medio de un colectivo repleto de gente durante un asalto, según informó Página/12. El efectivo había egresado de la fuerza porteña hacía sólo 16 días al momento del hecho.
Según relataron testigos que se encontraban arriba del micro urbano La Costera, a la altura de Esteban Echeverría, cuando dos ladrones se dispusieron a robar el joven de 19 años gritó “¡Alto, policía!” desde uno de los asientos traseros y comenzó a disparar, algo muy riesgoso dentro de un espacio cerrado lleno de civiles. Los ladrones ni siquiera habían amenazado con hacer daño a alguien, por lo que el accionar del efectivo fue injustificado.
Esto resultó en el asesinato de Sandra Rivas, a quien una de las balas de la 9 milímetros del policía le atravesó la nuca y salió por el lado de su nariz. Luego, el proyectil pegó en el asiento de adelante y cayó dentro del bolso de su propia hija.
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En total, los disparos fueron cuatro, y todos salieron del arma reglamentaria del efectivo dela Policía de la Ciudad. Los otros tres hirieron a un pasajero que viajaba delante de Sandra, y en los dos ladrones, quienes estaban en la parte delantera del colectivo. En todos los casos las balas traspasaron los cuerpos, y las vainas quedaron en el asiento anterior al que viajaba el policía.
Página/12 reveló que, casualmente, en el asiento contiguo al policía viajaba una efectivo de la Bonaerense. Ninguno de los dos tenía su uniforme puesto, con lo cual no estaban identificados como integrantes de las fuerzas. La policía, a diferencia del joven de 19 años, no disparó, sino que persiguió a uno de los ladrones cuando éste bajó del colectivo y logró detenerlo, sin herir a nadie.
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