Gatillo fácil en Mendoza: una policía fue imputada por fusilar a un joven de 18 años

El sábado Kevin González fue asesinado con un tiro en el  pecho cuando la Policía intervino en una pelea callejera.

15 de febrero, 2022 | 10.40

La Fiscalía de Malargüe imputó a la mujer policía que habría asesinado de un disparo a un joven de 18 años en la madrugada del último sábado cuando participaba de una pelea. Se trata de la agente Nadia Verdugo, quien confesó en las últimas horas que disparó el arma que acabó con la vida de Kevin González

Tras analizar las primeras pruebas, el fiscal Javier Giaroli imputó a Nadia Verdugo por el delito de homicidio agravado por uso de arma cuya víctima resultó ser Kevin Nahir González Ejea, de 18 años. En tanto, otros tres efectivos fueron imputados por el delito de abuso de armas, por lo que en los próximos días podrían recuperar la libertad. 

Según advirtieron desde la Fiscalía, la mujer policía efectuó nueve disparos con la pistola 9 milímetros. En el lugar de la pelea, en el cruce de las calles Anglat y Villanueva, en la localidad de Malargüe (a unos 180 kilómetros de la capital provincial), la Policía Científica recolectó vainas de otras armas calibre 9 milímetros que fueron disparadas por los compañeros de Verdugo.

Desde la Inspección General de Seguridad (IGS) explicaron que ya se abrieron sumarios a los cuatros efectivos involucrados y están a la espera de informes del ministerio Público Fiscal para avanzar con la investigación administrativa del caso.

El asesinato de Kevin González Ejea, otro caso de violencia institucional

Kevin González fue asesinado de un balazo a la altura del tórax durante una pelea en la vía publica en la localidad mendocina de Malargüe y por el caso cuatro policías fueron separados y aprehendidos por la justicia hasta determinar si tuvieron alguna responsabilidad en el hecho.

De acuerdo a los primeros datos recabados por la investigación, todo ocurrió cerca de las 2.40 cuando un grupo de jóvenes peleaba en la vía pública y vecinos llamaron al 911.

Según información policial, los jóvenes que protagonizaban la pelea se unieron y comenzaron a arrojarles piedras, por lo que los uniformados respondieron a la agresión con armas largas, al tiempo que pedían refuerzos.