Fútbol Para Pocos: el nuevo negocio millonario hecho a medida de los privados

12 de febrero, 2016 | 16.39
Tras concretarse la primera semana de transmisión del nuevo Fútbol Para Todos, los cambios realizados por la gestión que conduce el ex gerenciador de Racing, Fernando Marín, se hicieron notar y lamentablemente, no fue en beneficio de todos, sino de unos pocos: en algunas provincias del interior no fueron retransmitidos los principales partidos que ahora son televisados a través de canales privados, y sus habitantes siquiera tuvieron la posibilidad de observarlos a través de internet, ya que la nueva administración desistió de brindar el servicio de streaming a través de Youtube y de la aplicación móvil, lo que benefició ampliamente a las operadoras de cable y los canales privados, que recuperan su inversión en apenas unos minutos de publicidad.

Pese a que el gobierno de Mauricio Macri desembolsará a la AFA más de 880 millones en concepto de derechos de transmisión del torneo transición 2016, decidió deshacerse de los partidos más tentadores en términos de audiencia y entregarlos a los principales canales privados como Telefé, Canal 13 y América TV, resignando así la posibilidad de recuperar gran parte de la inversión a través de publicidad privada.

Como si fuera poco, estas señales se llevan los encuentros de Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo más los principales clásicos (como Newell´s-Rosario Central), a cambio de poco más de un millón de pesos por partido, recuperando su inversión y hasta obteniendo ganancias en apenas unos minutos de publicidad no tradicional (PNT).

Un claro ejemplo de ello es Canal 13: según informó Página/12 el pasado martes, la señal del Grupo Clarín cobró alrededor de 15 mil pesos el segundo publicitario durante el partido de River, es decir, que en poco más de un minuto, el canal recuperará la inversión realizada para poder televisar el partido. Todo lo contrario sucede con la Televisión Pública, que pasó de transmitir los principales duelos a realizar la cobertura de los "menos atractivos", lo que lo convierte en un negocio poco redituable para la señal que más dinero aporta a través del Estado a la AFA.

Las principales señales se llevan los partidos más atractivos por un millón de pesos y recuperan su inversión en poco más de un minuto de publicidad privada.

En este sentido y tras el primer fin de semana del "nuevo" Fútbol Para Todos, se pudieron distinguir con claridad a los grandes ganadores y los perdedores: por un lado, los operadores de cable y los principales canales de televisión, y por el otro, a los habitantes del interior del país, quienes en muchas provincias no pudieron observar el partido de sus equipos porque Canal 7 no retransmitió los duelos que iban por canales privados, tal como habían prometido desde el Estado.

Además, desde la gerencia de Fútbol Para Todos también cedieron a los privados los derechos de transmisión por streaming, es decir, a través del canal de Youtube y de la aplicación móvil del programa, lo que obliga a miles de habitantes a pagar, como mínimo, unos 400 pesos de abono mensual de cable para poder disfrutar del fútbol que, hasta hace unos meses, les era gratuito.

Sobre este punto es necesario destacar que, tal como se denunció en el programa Economía Política, el Grupo Clarín está sumamente interesado en concretar, a través de su nueva operadora telefónica, Nextel, la transmisión de los partidos de fútbol a través streaming por el servicio de 4G, lo que le daría cientos de miles de clientes de todo el país, más aún teniendo en cuenta estas nuevas restricciones a los habitantes del interior para visualizar los encuentros.

En cuanto a la estética, durante los partidos fueron eliminadas por completo las campañas gubernamentales, de los ministerios y de las ONG que la gestión anterior utilizaba, muchas veces en forma abusiva, para informar a la población, aunque sí se pudieron observar constantes referencias de los relatores y los comentaristas a los programas de la señal donde transmiten, como Mirtha Legrand y la telenovela Los ricos no piden permiso.

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