Fugate conmigo

08 de enero, 2016 | 18.54
El tema en los medios es uno solo: la fuga. Entre tantas horas de televisión dedicadas a no informar nada, escuché a un periodista decir: "esta fuga que nos tiene en vilo a los argentinos".

Y yo no creo que "nos tenga en vilo". Son esos medios los que nos hacen creer que nos tiene en vilo. No digo que no sea importante, pero de ahí a que sea lo único que sucede en el mundo.

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Además, después de 12 días de dale que dale, yo creo que más que contribuir a la información, contribuyen al deseo de que la gente se dé con alguna sustancia recreativa, porque si no, no se aguanta.

Pero a todo hay que tratar de verle el lado positivo, por eso se me ocurrió compilar un listado de cosas que aprendimos después de ver cientos de horas de fuga por televisión:

- Si un criminal fugado vivía en Quilmes, Venado Tuerto o Quemú Quemú, todos los vecinos de Quilmes, Venado Tuerto o Quemú Quemú son sospechosos de ser cómplices. O andan en algo raro.

- Nunca es bueno subir a un helicóptero con tacos. Y menos ir con tacos a perseguir a peligrosos sicarios. Se aconseja, eso si, sobriedad.

- Si tenés una estación de servicio en una ruta poco transitada, lo mejor es correr la bola que viste a los prófugos por ahí: Operativo Cerrojo, 12 a 20 horas de policías y periodistas consumiendo en el boliche 24 horas y cargando nafta. Salvás el mes y tenés horas de publicidad gratarola.

- Nada mejor que una fuga para mantener la atención de la gente mientras rajás empleados públicos y privados. Una vedette presa en Paraguay también funca, o una pareja de modelos que se separa a los cuernazos. Pero la fuga dura más. Echás más gente. Eficiencia ante todo.

- Asimismo, una fuga permite no solo rajar a miles de empleados, sino que siendo intendente, como Martiniano Molina, te podés subir el sueldo a 162 mil pesos por mes, sin que nadie te persiga por las calles de Quilmes con un palo de amasar.

- Si la fuga es de peligrosos asesinos, siempre es un buen momento para impulsar una ley o un decreto que permite a la policía pararte y pedirte documentos a la vieja usanza represiva. Y después se quejaban de que con la SUBE los iban a espiar... ¡Paparulos!

- Si sos sojero, una fuga es el momento ideal para apretar al gobierno de turno y no vender tus granos hasta que te suban el dólar. Y después, ya que estamos en tema, fugás la guita.

- El mejor canal para seguir los detalles de la fuga es Crónica TV: no es que sepan más o que tengan información que los demás canales, pero por lo menos te divertís con las placas rojas.

- Si tenés un canal de noticias, podés repetir 60 mil veces la misma información, sanatear horas y horas y horas y horas y horas sin saber un pomo, convocar especialistas que son más ordinarios que especiales, que igual la gente va a mirar embobada... (por no decir emboludizada, término que no se corresponde a un medio serio como este).

- Cualquiera es "especialista" en algo. Es un nuevo título de una carrera que no se cursa en ningún lado. Y como tienen que llenar miles de horas, cualquier teoría del especialista, por más estúpida que sea, será analizada como si se tratara de la revelación del sentido de la vida.

- Mejor que sacarte fotos haciendo como que estás trabajando en un comité de crisis, es buscar a los prófugos, encontrarlos y recién después sacarte la foto.

- Si recién asumiste una gobernación de una provincia lo mejor es, el primer día, cambiar la cerradura de todas las puertas de las cárceles de tu jurisdicción.

- Si recién asumiste la presidencia de un país, te podés tomar unos días de vacaciones en medio de la crisis, total la gente va a estar con la cabeza en la fuga...