El debate sobre la legalización del aborto es un tema que atraviesa a todo el país, con posiciones encontradas y, en algunos casos, contradictorias. Éste fue el caso de la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien en respuesta al periodista Ernesto Tenembaum bancó la despenalización a pesar de estar en contra del proyecto de ley.
“Con mucho esfuerzo puedo entender que gente con la formación de Esteban Bullrich o Gabriela Michetti voten a favor de castigar a mujeres humildes que deciden interrumpir su embarazo. Lo que no se entiende es que hace alguien con la formación de Elisa Carrió en una posición tan cruel”, cuestionó Tenembaum.
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Tocada por las críticas a su formación académica y su opinión, Michetti salió al cruce y contestó que el periodista se equivocó “juzgando tan rápido a los demás”. “Nunca jamás penalizaría a la mujer que se hace un aborto (sea rica o sea pobre)”, sostuvo.
En este sentido, argumentó que, en su lugar, “hay que penalizar a quienes hacen abortos” ya que “eliminan a un ser humano ya concebido y ganan plata haciéndolo”.
De esta manera, Michetti se encerró a sí misma en una postura que hace agua por todos lados: por un lado, apoyó la despenalización de la práctica del aborto, lo cual dejaría de criminalizar a las mujeres que abortan.
Sin embargo, propone que se penalice a quienes hacen los abortos y continúa posicionándose en contra de la legalización. Así, según su línea de pensamiento, las interrupciones del embarazo no serían reguladas, las mujeres seguirían sumidas en la clandestinidad y no tendrían un lugar proveído por el Estado para poder abortar de manera segura y gratuita.
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