El primer ministro Edouard Philippe se comprometió en presentar su plan de desconfinamiento antes de fin de abril. La presión es inmensa por parte de actores económicos que están cerca de la catástrofe. A pesar de las ayudas anunciadas por el presidente Emmanuel Macron, el confinamiento decretado el 17 de marzo llevó a mas de 10 millones de trabajadores al paro parcial o total. Cientos de miles de Pymes y cuentapropistas están ahogados financieramente a pesar de los 7 mil millones de euros de ayuda prometidos por el gobierno. Según el ministerio de economía francés, la tasa de crecimiento sería del - 8%, cifra nunca antes alcanzada en la historia de Francia. El déficit público aumentaría al 9%, mientras que la deuda llegaría al 115% del PBI.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer fue el primero en anunciar cómo se efectuará el comienzo de las clases. Este regreso a la escuela, esperado, pero también temido por muchos padres, se extenderá durante tres semanas y se efectuará por nivel de clases, con grupos de hasta quince alumnos. Ante estos anuncios los maestros expresaron su preocupación. "Todavía no sabemos si habrá barbijos para todos, incluidos los niños; cómo estableceremos el “distanciamiento social”, quince en una clase, eso puede ser mucho", dijo Francette Popineau, secretaria general del primer sindicato de maestros del primario.
Según el ministro Blanquer habrá excepciones: "Por supuesto, si un profesor tiene una vulnerabilidad de salud, no vendrá. Y si un alumno tiene un padre vulnerable en casa, tampoco estará obligado a ir a clase". Si una familia no quiere enviar a su hijo a la escuela, será posible, pero en este caso, tendrán la obligación de seguir la educación a distancia. También se dejará flexibilidad a los territorios para evaluar la progresividad de la recuperación. "Uno puede imaginar que en ciertos lugares se mantenga el confinamiento", subrayó Jean-Michel Blanquer. “Estos puntos son objeto de consulta y concertación con todos los interlocutores sociales y territoriales tomando en cuenta las comparaciones internacionales”, dijo el ministro, citando en particular el ejemplo alemán.
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Proyecciones concordantes anuncian que el nivel de contagio de la población ascendería el 11 de mayo al 5,7 %, es decir, 3,7 millones sobre 66 millones de habitantes. Si bien la barrera de los 20 000 muertos por el Covid-19 ha sido superada, los pacientes en reanimación disminuyen desde hace trece días: el pico de 7100 del 9 de abril descendió a 5 433 el 22 de abril. También el número de personas hospitalizadas disminuye: actualmente hay 30 106. De los 117 234 casos detectados, 39 181 han salido curados de los hospitales.
"Nuestra vida a partir del 11 de mayo no será exactamente la de antes y probablemente no lo será por mucho tiempo", advirtió el Primer Ministro. Una de las claves del “desconfinamiento” es la capacidad del estado francés a proporcionar barbijos, gel hidroalcohólico y test suficientes para evitar una explosión de contagios a partir del 11 de mayo. ¿Cómo hacer para evitar aglomeraciones en el transporte público? ¿Podrán las fábricas proveer a sus trabajadores de esos elementos esenciales y organizar el trabajo respetando el distanciamiento social? Las promesas del gobierno de proveer a tiempo millones de barbijos importados y de fabricación local son tomadas con pinzas por una gran mayoría de la población que considera que el gobierno enfrentó la pandemia demasiado tarde e improvisadamente. Solo 38% de franceses aprueban su acción. (Encuesta IFOP, 12/04/2020).
El presidente del Consejo científico de Macron, Jean-François Delfraissy, advirtió al gobierno contra una "decisión unilateral sobre como organizar el desconfinamiento". En una carta que se procuró el portal Mediapart, Delfraissy propuso la creación de un "comité de enlace con la sociedad ya que las organizaciones de la sociedad civil y las ONG tienen una experiencia específica, que la administración no posee". “Estas tienen un excelente conocimiento de la diversidad de los entornos sociales y, en particular, de las categorías más vulnerables de la población. Tienen la capacidad de comprender, interpretar y transmitir opiniones y expectativas de los territorios ”. También afirma que "una gran parte de las respuestas a la crisis son respuestas locales, que se basan en oleadas de solidaridad y en la inventiva de las asociaciones. Debería haber una discusión ciudadana”. Dentro del gobierno, varios ministros presentan borradores sin tener certeza sobre la eficacia del plan de desconfinamiento.
“Vivir es afrontar continuamente la incertidumbre” sostiene el gran sociólogo Edgar Morin (98 años): “La post-epidemia será una aventura incierta donde se desarrollarán las fuerzas de lo peor y de lo mejor, siendo estas últimas todavía débiles y dispersas. Finalmente, sepamos que lo peor no es seguro, que lo improbable puede suceder, y que, en la batalla titánica e inextinguible entre los enemigos inseparables que son Eros y Thanatos, es saludable y estimulante ponerse del lado de Eros.”