De vuelta en la Argentina, Florencia Kirchner recordó cómo se sintió en Cuba después de haber sido hostigada, las dificultades que tuvo que enfrentar Cristina para poder verla y el recuerdo de Néstor, cuya pérdida, describió, fue lo más difícil que tuvo que enfrentar en su vida.
En una entrevista exclusiva con El Destape Radio, recordó que para su "mamá fue complicado, tener a tu hija enferma no es algo fácil. Y no la podés ayudar vos, sino que la tienen que ayudar médicos, no tenés que intervenir".
Para poder visitarla, contó, "tuvo que asesorarse para poder acompañarme", como lo tuvo que hacer cada persona que viajó para estar con ella, "para saber qué decirme y qué no, porque la buena voluntad a veces puede ser contraproducente para una persona enferma".
En otro tramo de la entrevista, Florencia enfatizó que la justicia y los medios "usaron todas las herramientas posibles para hacerme pelota y hacer pelota a mi madre. Cuando estás tan contra la pared todos los días, es muy difícil hablar. Un infierno".
Por eso, reveló que "no podía hablar, ni sabía de qué forma, estaba muy enredada. Cuando empezó a aparecer todo este tema de la persecución era muy chica y quedé como silenciada. No sabía cómo explicarme delante de los medios". Y decidió guardarse "porque fue lo único que podía hacer" pero, al ir curándose, le "dieron ganas de hablar también" y apostó a las redes sociales, a volver a escribir públicamente.
En ese proceso, dijo, el feminismo estuvo presente porque la ayudó a "empezar a poner el cuerpo y la voz a determinadas cuestiones". Un mensaje similar al que suele transmitir en sus posteos, donde pondera el rol y la lucha de las mujeres.
En diálogo con Roberto Caballero, en el programa Fuerte y al Medio, Florencia recordó a su padre: "Néstor para mi es todo. Me cuesta mucho ser crítica con mi papá". Analizó que, tal vez, eso le pasa porque lo perdió "muy chica" y le "dejó un vacío muy grande".
Íntima, aseguró: "Quedé partida al medio, no sabía cómo se podía vivir sin tener a mi papá, me costó mucho aprender a estar viva todos los días sabiendo que mi papá nunca más iba a entrar por la puerta. Fue lo más difícil que tuve que hacer".