Los bancos cobraban hasta el miércoles una ganancia por el seguro de vida de las tarjetas de crédito, que todos sus clientes debían pagar. El Central se los prohibió y por eso ahora dan la opción de no contratar el servicio.
Todos los que tienen una tarjeta, aunque no lo sepan, abonan un seguro de vida cada vez que realizan una compra en cuotas. El porcentaje suele ser de menos del 0,25%, por lo que no afecta al total del resumen, y cubre la deuda que pueda quedar en caso de fallecimiento del titular.
Con el abono de cada resumen se le transfería a las entidades bancarias el monto correspondiente, que se lo giraban a la compañía aseguradora contratada. Hasta el miércoles las financieras cobraban una prima dentro de ese porcentaje por "gastos administrativos" o una comisión indirecta a los seguros. El BCRA obligaba a que los clientes puedan decidir entre tres empresas, por lo que los bancos les aplicaban un honorario mayor a las más elegidas.
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Con la comunicación A 5795 que la autoridad monetaria emitió en agosto, a partir de ayer las entidades no deben ganar dinero con el seguro de vida sobre el saldo deudor de los plásticos. "El objetivo de la norma es abaratar el valor del seguro que pagan los usuarios, al impedir el traslado a los clientes del importe correspondiente a los conceptos accesorios del cargo por seguro de vida sobre saldo deudor, reduciendo de esa forma el costo de la financiación", como sucedía, informaron desde el Banco Central.
Este final de un negocio grande para los ejecutivos, pero casi insignificante para los consumidores, no cayó bien en el sector, como pudo saber El Destape. Deberían abaratar el costo del seguro, pero en cambio esta semana varias decidieron desvincularse del negocio. A través de correos electrónicos y físicos habilitaron la opción de que los tenedores de tarjetas no se aseguren, sin explicar que el costo es inferior al 0,25% del total de las compras en cuotas y que, en caso de muerte, el pasivo se traslada a la familia directa.
"La contratación del seguro de vida sobre saldo deudor tiene por objeto evitar la desprotección a la que podrían exponerse los usuarios si optan por no contratar el seguro", aclararon desde el organismo. En concreto perderían la cobertura ante accidentes que pudieran generar invalidez o fallecimiento.
Pero no todos los bancos tomaron la misma decisión. "Es irresponsable porque no les advierten a los usuarios qué puede pasar en el peor escenario. Además, para la misma empresa es peor, porque incrementa el riesgo de morosidad si tiene que hacerles juicio a los familiares para cobrar cada deuda nueva. Por eso decidimos mantenerlo como obligatorio para todos los plásticos", dijo un bancario a este medio, que prefirió no se publique el nombre de la entidad, pese a que no es la única que aún cobra el seguro.
En el Central coincidieron con que esta pequeña prima "evita un incremento en el índice de riesgo de crédito de las entidades ante la imposibilidad de cobrar aquellos créditos que fueron contratados sin seguro". Es por eso que miembros cercanos al directorio del ente rector del mercado no desaconsejan que los consumidores mantengan este seguro.