La oposición se rearmó en base a la alianza UCR-PRO. El acuerdo nacional choca con la situación en la ciudad de Buenos Aires, en donde ECO (UCR, socialismo, confianza Pública y CC) va en una lista separada al macrismo. Para Fernando Sánchez, eso no es impedimento porque las realidades en la Nación y la Ciudad son distintos, y advirtió a sus flamantes socios nacionales que no podrán dejarlos de lado si quieren tener un tránsito viable por la Casa Rosada.
En su visita a los estudios de El Destape TV, Sánchez, candidato a vicejefe de gobierno de la lista encabezada por Martín Lousteau, explicó que el objetivo del acercamiento PRO-UCR-CC tenía como objetivo "hacer una alianza que no divida el voto opositor" y que se tratan de "realidades distintas" con la Ciudad.
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"En la Ciudad esa necesidad no existe. El Pro viene gobernando y el kirchnerismo quedó relegado, lo que tenemos que elegir es quién es el mejor equipo político para gobernar".
Haciendo un balance de la gestión macrista, Sánchez apuntó además que "hubo errores, objetivos muy grandes que no se propusieron, por ejemplo en la seguridad, que después de ocho años no esté resuelta".
Luego, el diputado le envió un mensaje a Mauricio Macri, quien en la semana puso límites a los alcances del acuerdo con Carrió y Sanz: "Supongamos que el Pro es el favorito, o lo mismo Carrió o Ernesto Sanz, ninguno de los tres tiene mayoría parlamentaria, ninguno puede gobernar sin un gobierno de coalición. Si quieren gobernar, van a tener que acordar con los demás partidos. Yo que el Pro sería muy prudente porque los bloques más grandes de oposición son los de la UCR y los más chicos en el Senado son el Pro y la Coalición Cívica".
Sánchez también prometió una ley general de educación, "para que el ciudadano no decida ser delincuente" ya que "después de ocho años el Pro no quiso tratarlo", elogió el uso del Metrobus en la avenida Juan B. Justo pero consideró que su empleo en la zona sur fue "plata tirada a la basura". Y denunció que "un atraso de infraestructura muy importante" en el distrito, donde "obras que se prometen en 15 años tardan 40".
Por último, defendió el empleo de las Taser porque "no creo en la indefensión de las fuerzas de seguridad" y remarcó la dificultad para evaluar el funcionamiento de la Policía Metropolitana.
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