Tras el golpe de Estado consumado en Bolivia, el presidente electo Alberto Fernández llamó a Mauricio Macri para hablar sobre la situación de Evo Morales Ayma y saber qué posición adoptaría el Gobierno nacional sobre el ataque a la democracia boliviana.
Según revelaron a El Destape fuentes cercanas al próximo jefe de Estado, Fernández se comunicó por teléfono con Macri para saber si iba a tomar alguna posición sobre lo que ocurre en el país vecino.
El Presidente no tomó una definición al respecto pero le contó a Alberto que en la Embajada de Argentina en Bolivia se encuentra un ministro boliviano, a lo cual, el próximo mandatario le pidió a Macri que no se le ocurra “entregarlo” porque corría peligro su seguridad.
“No se lo voy a entregar a ese loco de Camacho”, sentenció Macri.
Por el momento, el gobierno de Cambiemos no condenó el golpe de Estado y el canciller Jorge Faurie, no definió si le darán asilo político a Morales. En cambio, el gobierno de México, a cargo de Andrés Manuel López Obrador, sí aseguró que Morales podría ser recibido en su país.