El presidente Alberto Fernández decidió no asistir este domingo a Montevideo, Uruguay, para participar de la asunción de Luis Lacalle Pou y mantener una bilateral con el brasileño Jair Bolsonaro. La razón de ese faltazo no es porque no fuera posible administrar la agenda para hacer compatible ese viaje con la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, prevista para el mismo día, sino porque el Presidente no quiere que el mensaje que dará ante la Asamblea Legislativa en esa ocasión se vea eclipsado por las noticias del encuentro con los mandatarios de dos países vecinos.
El discurso que Fernández prepara personalmente para el domingo tendrá definiciones clave para su mandato en materia económica, social y política y marcará el tono de su primer año de gobierno, aseguran cerca suyo.
Por este motivo, el Gobierno buscará que tenga la mayor difusión posible, algo que se hubiera visto obstaculizado si el mismo día tenía una foto histórica junto a Lacalle Pou y particularmente junto a Bolsonaro, poniendo fin a una serie de desencuentros que se arrastran desde la campaña del año pasado.
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De todas formas, anticipan que el Presidente se encontrará con Luis Lacalle Pou “en la primera ocasión que haya”; probablemente durante los primeros días del mes que viene. Mientras que la bilateral con Bolsonaro deberá esperar algo más, aunque el diálogo entre ambos países está normalizado y es cuestión de coordinar las agendas. De hecho, en Cancillería destacan el apoyo que brindó recientemente Brasil a la posición Argentina sobre su deuda externa tanto en el G20 como en el Fondo Monetario Internacional.