Este sábado, durante el acto de entrega de diplomas a la camada 2016/2017 del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), un grupo de egresadas decidió dar un discurso frente a toda la comunidad educativa en el que denunciaron con nombres y apellidos las situaciones de acoso sexual y violencia machista a las que fueron sometidas durante todos sus años de secundaria por parte de docentes y autoridades.
Paradas frente al micrófono y con pañuelos verdes atados a sus brazos, tres ex alumnas relataron, en representación de Mujeres y Disidencias del CNBA, relataron cómo varios profesores solían tocarlas de más, hacer comentarios sobre sus cuerpos y su forma de vestir, e incluso hablar a viva voz sobre cómo tendrían relaciones sexuales con ellas.
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“Como todas las mañanas, llegamos al Colegio y nos recibe el regente Guillermo Belleville. Nos hace comentarios sobre el largo de nuestras polleras, nos toca y nos besa, no nos computa los tardes si le caemos bien”, recordó una de las egresadas, sobre el año 2012, cuando ingresaron, a sus doce o trece años.
“Año 2015. Tenemos quince o dieciséis años. Subimos las escaleras para llegar al aula y nos encontramos con Diego Riveiro, preceptor. Nos ofrece su servicio de masajes, evalúa junto a nuestros compañeros cuál es el mejor culo del año y les comenta ‘cómo se garcharía’ a una de nuestras compañeras. También hay besos y manoseos que nos incomodan. Solo comentamos estos episodios entre nosotres en el baño durante el recreo”, continúa el relato.
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La lista de nombres sigue: entre ellos, destacan al del rector de la institución y “director de esta orquesta”, Gustavo Zorzoli, “que además expuso ante los medios de comunicación el caso de abuso de una compañera en el contexto de una toma con el fin de deslegitimar la medida de fuerza”, remarcaron.
Según afirmaron las jóvenes, la respuesta de las autoridades e integrantes del plantel educativo ante sus pedidos de ayuda fue “nula”. “Regente, preceptores, docentes, vicerrectores, rector: ya no le tenemos miedo a sus sanciones”, subrayó la última de las egresadas en hablar.
La intervención cerró con un fuerte aplauso y personas del público que se pusieron de pie, mientras el grupo de mujeres e identidades disidentes sostenían carteles con frases como “Son opresores, cómplices y testigos” y “Exigimos que nos escuchen”.
El 2018, sin dudas, pasará a la historia argentina como el año en que el movimiento de mujeres tomó más fuerza y se extendió a cada ámbito de la vida social y política. En ese camino, las más jóvenes son protagonistas: la revolución de las hijas, la liberación de las ataduras machistas y el cuestionamiento constante al sistema patriarcal son elementos que ya marcaron una generación.