El presidente legítimo de Bolivia Evo Morales partió en la madrugada de este martes rumbo a México a bordo de un avión de la Fuerza Aérea de ese país, luego de una escala técnica en Asunción. Morales estará asilado en aquel país tras el golpe de Estado de sectores de ultraderecha y las FF.AA. que tomaron el palacio de gobierno el último domingo.
Poco después de las 5 de la mañana de hoy el avión que traslada a Evo Morales abandonó Asunción, luego de haber partido ayer por la noche desde Cochabamba. Morales estuvo oculto en las últimas horas ante la horda de militantes opositores que salieron de cacería contra todos los dirigentes del MAS.
"Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía", escribió Morales en su cuenta de Twitter anunciando que dejaba suelo boliviano.
El mandatario se había refugiado en la localidad de Chapare, en la zona del Trópico de Capricornio, en Cochabamba, ni bien presentó su renuncia al cargo, donde fue protegido por grupos afines. En el avión viajan también el ex vicepresidente Alvaro Marcelo Garcia Linera, la esposa de Evo y varios ministros.
Para la partida de Evo Morales de Bolivia, hubo una intervención directa del presidente electo Alberto Fernández, quién mantuvo una conversación con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con quién acordó el resguardo diplomático para permitir a Morales abandonar su país y refugiarse en México. El vuelo hizo una escala técnica en Lima, Perú y desde allí voló a la zona donde se encontraba Evo, su esposa, el vicepresidente García Linera y algunos ministros, para partir luego hacia tierras mexicanas.
Este martes fue convocada la Asamblea Legislativa con la cual se busca legalizar el golpe a través de la aceptación de la renuncia de Evo y el llamado a nuevas elecciones, en medio del pedido de algunos dirigentes opositores para que se proscriba al MAS. Este plan cuenta con un problema, que a estas horas no se sabe cómo lo resolverán: el actual oficialismo tiene amplia mayoría en el Poder Legislativo, por lo que necesitan que el propio partido derrocado y perseguido vote a favor de aceptar la renuncia.