El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció la convocatoria a nuevas elecciones a presidente después de que los comicios fueran puestos en duda por la oposición y se desatara un violento intento de golpe de Estado.
A través de una conferencia de prensa, Morales anunció la renovación de los vocales del Tribunal Supremo Electoral y anticipó que llamará a nuevos comicios.
En ese sentido, convocó al diálogo para "pacificar" el país, en el que no incluyó a los comités cívicos regionales que asedian a su Gobierno, en medio de la tensión por una serie de motines policiales.
La decision del jefe de Estado boliviano se da en el marco de una escalada de violencia en las calles promovida por la derecha de aquel país, principal sector opositor al gobierno de Evo. En los últimos días se dieron ataques y secuestros a funcionarios, mientras que durante la pasada jornada fue incendiada la casa de la hermana del presidente.
La tensión creció debido a que las unidades de policías de tres ciudades se amotinaron, mientras la oposición exigía en las calles la renuncia de Morales luego que la auditoría oficial encargada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) boliviano concluyó que no puede "dar fe del resultado electoral". En esa Elección, el resultado provisorio le había dado a Evo una nueva reelección al lograr una diferencia mayor al 10% sobre sus competidores.