El presidente de Bolivia, que debió renunciar por un golpe de Estado, Evo Morales, aseguró que está dispuesto a bajar su candidatura en unas futuras elecciones si lo dejan terminar con su mandato, que concluía el 22 de enero.
Desde México, donde debió exiliarse porque su vida corría peligro, el dirigente aseguró al canal catarí Al Jazeera que "por la vida, por la democracia" retira su candidatura. Puntalmente, sostuvo: "No sé por qué están asustados con Evo, no quieren que participe; está bien, todo por la vida, por la democracia; retiro mi candidatura, pero deberían dejarme terminar mi mandato, ¿se entiende?".
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Un día antes, en diálogo con la BBC de Londres, había manifestado su derecho a participar de los comicios y se preguntó "¿por qué tienen miedo a Evo?", según reprodujo el diario paceño Página Siete.
La crisis comenzó el 20 de octubre, cuando se celebraron las elecciones y Morales triunfó por más de diez puntos sobre Carlos Mesa, por lo que la reelección estaba dada. Sin embargo, desde la oposición comenzaron a alentar el fantasma del fraude, lo que motivó la creciente violencia en las calles.
Ésto derivó en una auditoría electoral, pedida por el propio Evo, a cargo de la Organización de Estados Americanos (OEA), que concluyó que hubo irregularidades en el escrutinio, por lo que Evo propuso repetir los comicios. Sin embargo, las Fuerzas Armadas le exigieron la renuncia en un marco de suma violencia.
Días después, Jeanine Áñez, vicepresidenta segunda del Senado, se autoproclamó jefa de Estado de Bolivia, lo que fue rechazado por los sectores campesinos y populares de aquél país y se desató una brutal represión que derivó en más de 20 manifestantes muertos.