Estados Unidos reconocerá a Jerusalén como capital de Israel y aumenta la tensión en Medio Oriente

06 de diciembre, 2017 | 07.37

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió reconocer a Jerusalén como capital de Israel, en un giro histórico que podría encender la chispa que inicie una nueva guerra en la región. Los países árabes, incluso aquellos con buen vínculo con EE.UU., ya mostraron su descontento.

Pese a que la mayoría de los países más poderosos de Medio Oriente y Europa pidieron cautela, Trump siguió adelante con un plan que tiene desde la campaña electoral y llamó por teléfono a Abbas, al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al rey de Jordania, Abdullah II, y al presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, informó la Casa Blanca.

"Trump dijo al presidente Abbas que va a mover la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén", lo que implicaría reconocer a la ciudad como capital israelí, contó a la prensa el vocero del mandatario palestino, Nabil Abu Rudeina. Esto implica mudar la embajada norteamericana desde Tel Aviv hasta la ciudad cuya soberanía se disputan Israel y Palestina.

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"El presidente Abbas reafirmó nuestra firme posición: no puede haber un Estado palestino sin Jerusalén este como su capital, como establecen las resoluciones que tienen legitimidad internacional y la iniciativa de paz árabe" de 2002, agregó Rudeina.

A lo largo de la jornada, las monarquías de Arabia Saudita -otro importante aliado de Estados Unidos y una de las potencias musulmanas sunnitas más poderosas de la región- Marruecos y Qatar, la Liga Árabe y varias instituciones influyentes del mundo islámico también rechazaron la posibilidad de un cambio de estatus de Jerusalén y advirtieron que sería una afrenta contra todo el mundo islámico.

Las críticas sobrepasaron la región y se escucharon hasta en el corazón de Europa. Francia, Alemania, Italia y la Unión Europea reafirmaron su compromiso con una solución negociada entre israelíes y palestinos al conflicto, que incluya el estatus definitivo de Jerusalén.