Tras liderar la salida de la economía de Estados Unidos de la recesión, algunos de los estados petroleros del país están mostrando las primeras señales de desaceleración como resultado del hundimiento de los precios del crudo.
Un reciente reporte de Roy Eappenm, analista de Wells Fargo Securities, asegura que Texas, Dakota del Norte, Alaska, Oklahoma y Nuevo México podrían sufrir problemas en 2015.
Mientras, la confianza en los hogares de Texas, Luisiana, Oklahoma y Arkansas -donde siguen frescos los recuerdos de la crisis petrolera de los años ´80- se debilitó en octubre más que en cualquier otra región, tras un crecimiento sólido en los cuatro últimos años, según un informe de Decision Analyst Inc.
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"El hecho de que el índice económico esté en declive en esta región indica que la economía en esos estados petroleros se está encaminando a una desaceleración", dijo Jerry Thomas, presidente de Decision Analyst.
En Houston, Texas, fueron anunciados los primeros despidos en la industria, mientras los agentes inmobiliarios prevén una abrupta caída de hasta el 12 por ciento en las ventas de casas el próximo año.
La previsión de ingresos en el presupuesto de Alaska para el año fiscal 2015 deberá ser rebajada en unos 2.000 millones de dólares, según Fitch Ratings, por el agudo descenso de la previsión del precio del petróleo en el estado.
En respuesta a una caída de más del 40 por ciento en los precios del crudo desde junio, al menos una decena de compañías energéticas han recortado sus planes de gasto para el año próximo, una mala noticia para los estados que dependen de los empleos, la riqueza y los ingresos fiscales que aportan.
Como resultado, mientras la mayoría de los estados espera beneficiarse del petróleo barato y el impulso de consumo, los estados productores deben actuar ahora que van a ralentizar el crecimiento económico global de la nación.
Gracias al auge del esquisto, la economía de Dakota del Norte creció cerca del 10 por ciento el año pasado. La de Texas subió cerca del 7 por ciento en 2012 y el 3,7 por ciento en 2013, comparado con las tasas nacionales de 2,5 y 1,8 por ciento, respectivamente. Pero esto va a cambiar.
Bud Weinstein, economista de la Southern Methodist University de Dallas, dijo que el descenso de producción afectará a industrias relacionadas como transporte, cemento, partes metálicas y suministradores de alimentos.
El número de permisos de perforación cayó cerca del 40 por ciento en noviembre, según la firma Drilling Info Inc., lo que significa menos empleos y menos negocios relacionados.
Un sondeo informal de la agencia Reuters sobre los planes anunciados de operaciones de bombeo en Estados Unidos mostró que al menos siete firmas de un total de 50 planean reducir en 2015 el número de pozos en que operan.
Fuente: Reuters