El juez federal Alejo Ramos Padilla procesó al periodista de Clarín Daniel Santoro por los delitos de coacción y extorsión -este último en grado de tentativa- en perjuicio del ejecutivo de PDVSA Gonzalo Brusa Dovat y del empresario Mario Cifuentes, en el marco del D’Alessiogate. En ambos casos lo consideró partícipe necesario. El magistrado lo embargó por 3 millones de pesos y le ordenó reglas de conducta. A la par, le dictó la falta de mérito -por ahora- en lo que hace a su participación en la asociación ilícita, a la espera de que lleguen al juzgado los expedientes de diversas causas que acreditarían las otras imputaciones que recaen sobre Santoro. Por ejemplo, su rol en los casos GNL y Porcaro. Ramos Padilla no quiere dar pasos en falso en un tema tan sensible. Pero tal como se desprende de su extensa resolución -258 fojas- en la que se desarrollaron muchos casos además de los de Brusa Dovat y Cifuentes, es esperable que el periodista vea agravada aún más su situación judicial. Eso no implica que vaya a perder su libertad ya que el juez de Dolores no aplica la doctrina de Bonadio. Lo que se desprende del escrito es que por el caudal probatorio que se expone, se ampliará el procesamiento.
Coacción y extorsión
Para Ramos Padilla, “se encuentra acreditada la coacción de la que fue víctima el ex directivo de PDVSA Gonzalo Brusa Dovat, y la extorsión que sufrió el empresario y titular de la empresa OPS Mario Cifuentes y que para llevar adelante dichas acciones se requirió de la participación de Daniel Santoro”.
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Se trata dos casos paradigmáticos que tuvieron al editor de Clarín como partícipe de la maniobra. En el primero, vía una entrevista a la víctima en el restaurant Sarkis de la que participó D’Alessio y que fue publicada en el matutino porteño. En el segundo, a través del programa Animales Sueltos, donde Santoro era panelista.
El caso Brusa Dovat, donde la banda buscó “ablandar” al ejecutivo de PDVSA para luego trasladarlo a declarar frente al fiscal Carlos Stornelli, derivó en chtas cruzados entre los integrantes de la organización criminal. “En esas conversaciones, hasta se le hace conocer a Daniel Santoro ‘los aportes’ que realiza Ricardo Bogoliuk, a quien D´Alessio en comunicación con el periodista identifica como su ‘director de operaciones’”. Bogoliuk, expolicía y exAFI, está detenido en el marco de este expediente. Stornelli fue declarado en rebeldía luego de esquivar su indagatoria.
En el caso de Cifuentes, el juez de Dolores relató: “D’Alessio, con anticipación de unas horas, le refería al dueño de esa firma OPS que ese día debía ver a Daniel Santoro en el programa ‘Animales Sueltos’, al tiempo que le exigía el pago de un millón doscientos mil dólares y le señalaba que si no pagaba esa suma, ese mismo periodista al que ‘los jueces le tenían más miedo que al Consejo de la Magistratura’ -en propias palabras de D’Alessio- habría de publicar en el diario de mayor tirada del país una nota que lo perjudicaría, como efectivamente ocurrió”.
El día que D’Alessio le dijo a Cifuentes que sintonice el programa que se emite por el canal América, desde la mesa de Animales Sueltos, Santoro estaba hablando del Lava Jato y un tríplex que se le adjudicaba a Lula Da Silva y en lugar mencionar a la constructora brasileña OAS cambió una letra e hizo referencia a OPS, curiosamente, la firma de Cifuentes. Lo hizo en más de una ocasión.
Por estos dos hechos, Ramos Padilla procesó a Santoro. Pero dejó abierta la posibilidad de ampliar esa decisión.
“También existen sobrados elementos de prueba acerca de la existencia y funcionamiento de la asociación ilícita investigada, e incluso se encuentra acreditado que esta asociación se sirvió de la prensa y en particular de la actividad que podía llevar adelante Daniel Santoro para realizar sus planes delictivos”, indicó el magistrado.
Es más, para el juez hay “una directa vinculación entre la información que aportaba Marcelo D’Alessio, las publicaciones de Santoro y las maniobras extorsivas de la organización”.
El circuito se repitió en diversas ocasiones. “La información obtenida y producida ilegalmente, al ser ‘blanqueada’ mediante notas periodísticas, funcionaba también como nuevo material para realizar extorsiones y producir más información que luego sería publicada por el periodista”, señaló Ramos Padilla.
Otros casos
En este contexto, Ramos Padilla describió distintos hechos que involucran a Santoro y que podrían provocar que se amplíe su proesamiento.
Menciona el caso GNL. En palabras del juez, allí se “observa una maniobra tendiente a ‘blanquear’ información proveniente de actividades previas de inteligencia ilegal, que fue pergeñada un año antes y concretada a partir de las publicaciones efectuadas por Daniel Santoro y las reuniones que él mismo se ocupó de concertar”. D’Alessio y Santoro fueron dos piezas importantes para apuntalar la causa de Gas Natural Licuado, que impulsaron Bonadio y Stornelli y que terminó apuntando contra la expresidenta Cristina Kirchner. El periodista escribió un libro sobre el tema y el espía ilegal declaró en ese expediente, donde se presentó como abogado.
También figura el caso Fariña. Se trata de “un plan delictivo diseñado previamente por la organización por el que se pretendía orientar el contenido de las declaraciones de Leonardo Fariña para perjudicar judicialmente a Ricardo Echegaray”. Para concretar este direccionamiento se realizó una reunión que contó con la participación de Santoro, Leonardo Fariña, el abogado Rodrigo González, Gustavo González y D’Alessio. Ocurrió en el restaurant Grappa, según la reconstrucción judicial.
Otro hecho que puede complicar al periodista de Clarín es el de la “Mafia de la Aduana”. “Allí se observa nuevamente uno de los modos en que la organización llevaba adelante sus maniobras extorsivas en las que, si una persona no hacía entrega de una importante suma de dólares, Daniel Santoro habría de publicar una nota en el diario Clarín. Este reclamo de dinero se habría efectuado en un contexto en el que las víctimas de aquellas exigencias ilegales se encontraban en la puerta del tribunal y el imputado se reunía junto a Marcelo D´Alessio con el juez de la causa. Estos hechos también deben analizarse en conjunto con las investigaciones que llevó a cabo la organización investigada sobre Roberto Porcaro, a las que Daniel Santoro contribuyó y dijo conocer”, escribió Ramos Padilla.
Ante este escenario, “los sólidos elementos de prueba detallados tornan difícil presumir que Santoro no tuviera ningún tipo de conocimiento respecto de las maniobras que la organización llevaba a cabo”.
A esto se suma la coincidencia entre “las operaciones enumeradas en los documentos ‘Síntesis de Investigaciones actuales’ y ‘Síntesis AFI’ hallados en una computadora de Marcelo D´Alessio, con los intereses, investigaciones y/o publicaciones de Daniel Santoro. Una parte sustantiva de los planes ilícitos que allí se enuncian se vinculan de un modo directo o indirecto con este imputado”.
El vínculo con la asociación ilícita
No obstante este escenario, Ramos Padilla decidió dictarle la falta de mérito a Santoro en lo que hace a su participación en la asociación ilícita. Y por ahora solo lo procesó por los casos Brusa Dovat y Cifuentes.
El magistrado consideró necesario antes de resolver la cuestión disponer algunas medidas de pruebas, entre las que se destaca el pedido de la causa Traficante, que investiga Luis Rodríguez; tomar vista de la causa conocida como “GNL” que lleva adelante Bonadío; y hacer lo propio con la conocida como “La Mafia de los Contenedores”, que tuvo el juez Marcelo Aguinsky. Según pudo reconstruir El Destape, el juez no quiere trabajar con “fotocopias”, quiere poder contar con copias íntegras de los expedientes a efectos de no realizar interpretaciones parciales.
A su vez, dispuso una medida novedosa: busca analizar el alcance de la intervención de la banda de D’Alessio en los medios de prensa “en cuanto resulte jurídico-penalmente relevante”. Así es que requirió a la Comisión Provincial por la Memoria “que describa todas aquellas operaciones de acción psicológica que puedan ser identificadas en los diferentes hechos que conforman el objeto procesal de esta causa que pudieran tener vinculación con las publicaciones y actividad del periodista Daniel Santoro”.