El gobierno nacional llevó adelante el último simulacro de escrutinio provisorio implementado por la empresa SmartMatic antes de las elecciones presidenciales. Así como los funcionarios oficialistas afirmaron previo a las PASO que el sistema funcionaría perfectamente, el titular de la secretaría de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, aseguró ahora que todos los errores ya fueron corregidos. Sin embargo, distintas fuentes de la oposición consultadas por El Destape aseguran que no se hicieron correcciones de fondo y que, en cambio, sigue habiendo funcionamientos “defectuosos” en distintas etapas del proceso. Además, en paralelo el apoderado del PJ, Jorge Landau, realizó una presentación judicial para reclamar la entrega del código fuente del software utilizado por la compañía venezolana.
“Como el sistema está tan mal hecho lo que tuvieron que hacer bajar la demanda de información. Es como bajarle las revoluciones al auto para que no explote”, graficó uno de los especialistas en seguridad informática que presenció la prueba en la sede del Correo Argentino en el barrio porteño de Barracas.
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Entre las principales falencias del sistema modificado para las elecciones del 27 de octubre, se advierte que la fiscalización por parte de los partidos políticos no se podrá realizar de manera continua y en tiempo real sino que los datos se actualizan cada 5 minutos.
Además, la prueba realizada fue mucho menos exigente de lo que efectivamente se le demandará al sistema durante el día de la votación. “Había sólo una sala de fiscales, de 30 personas. En las PASO había dos salas. Sólo se hizo fiscalización en Barracas y no en Monte Grande”, reseñaron a El Destape. En ese sentido, si bien los telegramas enviados desde los establecimientos fue la cantidad total, las mesas cargadas en los telegramas por cada lugar de votación fue apenas de 5 o 6 en la mayoría de los casos. “No hubo mejoras, hubo mitigaciones para que no se caiga el sistema”, insistieron desde la oposición. Tampoco se puso a prueba, por ejemplo, el sistema de difusión de datos que recibirá la prensa.
Sobre ese punto, para evitar que el presidente Mauricio Macri envié a los ciudadanos a dormir pasadas las 22.30 sin ningún dato oficial, el Gobierno le reclamará a la jueza electoral María Servini que elimine el requisito de tener listo del 10 por ciento de datos recolectados entre provincia de Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba y Santa Fe.
Si bien la transmisión de los telegramas durante la prueba se produjo sin inconvenientes, los peritos informáticos opositores insisten en que no les permiten acceder al archivo de imagen (TIFF) del telegrama escaneado y que sólo les habilitan el acceso a un archivo (PNG) ya procesado y que eventualmente podría ser manipulado. “Pedimos que entreguen los TIFF en tiempo real en las sedes partidarias. El punto clave es por qué no quieren entregar las imágenes como ordena la Cámara Electoral. ¿Qué tiene de mayor transparencia este nuevo sistema?”, advirtieron.
En este contexto y pese a las declaraciones de Pérez, los opositores no quedaron conformes con el proceso. “En las PASO dijeron que habían tenido poco tiempo para trabajar pero ahora la mayoría de los errores continúan”, resumió otra fuente que asistió al simulacro.
La prueba se realizó con la presencia de la prensa, representantes de los distintos partidos políticos y los veedores judiciales dispuestos por Servini, quien intervino a raíz de un pedido del Frente de Todos y dictaminó que el sistema funcionó "de forma totalmente defectuosa" en sus módulos de fiscales y difusión de resultados.
Según informó el oficialismo, el operativo de este sábado involucró la participación de cerca de 18.000 personas, entre personal del Correo -con una presencia de 15.000 agentes- más unos 1.700 "ingresantes de datos" (data entry) y otras 1.000 personas que estuvieron abocadas a tareas de apoyo logístico, para la transmisión de datos desde 10.700 establecimientos de todo el país.