Una “escrachadora” serial de Facebook -condenada el año pasado por injurias- fue obligada por la Justicia de la provincia de Mendoza a borrar una batería de posteos en los que injuriaba y calumniaba a su ex marido, a la nueva pareja de éste y a sus hijos.
Según publicó Los Andes el “bozal legal”, dictado hace días por la jueza Ana Carolina Di Pietro, magistrada del Tercer Tribunal de Gestión Asociada (Civil), contiene una medida inédita a nivel nacional: obliga a la injuriadora a que se abstenga de realizar, publicaciones de este tipo en su perfil. De hacerlas, deberá pagar una multa diaria.
Lo curioso de esta medida precautoria es que incluye medidas de “hacer y de no hacer”: la injuriadora se vio obligada a borrar, de su Facebook, 24 publicaciones y, por otra parte, a futuro, no deberá hacer publicaciones en las que haga referencia a los demandantes directa o indirectamente.
La demandada utilizaba el siguiente modus operandi: realizaba publicaciones en las que no nombraba a los demandantes pero al agregar hasthags como #padre perfecto”, hacía referencia directa a viejas publicaciones donde sí estaban identificados.
“Los adolescentes fueron los que iniciaron la acción. Lo bueno es que se resolvió en tres meses y la jueza interpretó muy bien la situación porque la mujer ya tenía una sentencia que no había cumplido en tu totalidad”, explicó la abogada especialista en derecho informático, Bárbara Peñaloza, quien defendió a los adolescentes, a su madre y a su nueva pareja.
La mujer demandada -la trabajadora social Mónica Beatriz Molina (50)- ya tuvo un revés en la Justicia: el año pasado, el juez penal Eduardo Martearena la condenó por injurias a pagar la suma de 10.000 pesos y, además, a publicar en su muro, durante siete días, la sentencia.
Molina catalogaba a su ex pareja como “mierda”, “inmoral”, “deshonesto”. Y a su nueva pareja, como “figureti” y “gatita”. Además, le enviaba mensajes al entorno de esta mujer, que es extranjera. Pues bien, Molina no acató del todo esa sentencia y siguió subiendo comentarios injuriantes y difamantes sobre sus ex pareja y su nueva familia.
Dado los posteos hostiles, los hijos del hombre, cansados de la situación -llegó a reflotar antiguas publicaciones y subió fotos de los adolescentes- decidieron encarar una nueva demanda. Y ahora la Justicia les volvió a dar la razón.
La jueza Ana Carolina Di Pietro dijo: “éste no es un conflicto entre intereses puramente privados sino que se enfrentan exigencias que hacen al interés general de la comunidad -acceso a la información, prohibición de censura previa, libertad de expresión- y los imperativos que protegen derechos fundamentales del individuo, los que también conforman el interés público”.
Tras analizar una veintena de mensajes, la jueza advirtió que “en los casos de las publicaciones identificadas en el escrito de demanda... se ha mencionado, sin nombrar o indicar el nombre expreso del denunciante y de su familia al hacer alusión a “padre de mi hija”, “#padre perfecto”, “familia en Brasil”, “nuestra hija” y cuando publica resoluciones en las cuales se hace referencia a procesos judiciales existentes entre las partes”.
A través de una medida precautoria innovativa, la abogada Bárbara Peñaloza solicitó a la empresa Facebook que diera de baja las publicaciones de Mónica Molina. Si bien la Justicia hizo lugar al pedido de retirar las publicaciones, la empresa realizó una serie de medidas que extendieron el proceso. Finalmente, ahora que la mujer borró los posteos, el caso será considerado como abstracto.