En una insólita maniobra, una empresa se quedó con una importante licitación para producir electricidad mediante energías renovables, pese a no haberse constituido hasta después de obtenerla. La compañía es de Martín Alfredo Nacarato, de fuertes vinculaciones con Juan Sebastián De Stéfano, hombre de Daniel Angelici y director de Asuntos Jurídicos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El agente que “visitó” al juez de Avellaneda, Luis Carzoglio, para manifestarle la “obsesión” de Mauricio Macri para detener a los Moyano.
Se trata de la denominada Obra de Ricardone, en Santa Fe, para la producción de energías renovables mediante dos centrales: Ricardone I y II. La primera es la que fue concesionada a Nacarato hace tres años y que, según pudo saber El Destape, empezó en tiempo y forma, se hicieron los cimientos para la infraestructura, pero la obra quedó en la nada hasta la actualidad, tal como informó el diputado provincial, Héctor Cavallero.
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La empresa Global Green Ricardone S.R.L. fue la adjudicataria de Ricardone I el 7 de octubre de 2016. Sin embargo, la compañía se constituyó recién 20 días después, el 27 de octubre, según consta en el Boletín Oficial, con un capital inicial de $1 millón y el objeto de "explotación de biogas de rellenos sanitarios, como así también todo lo relacionado con la industria del biogás y la importación de los equipos, maquinarias y herramientas necesarias para tal fin". Figuran como socios María Elena Isabel Tagliamonte y Martín Alfredo Nacarato.
Caballero informó a este medio que a Nacarato se le adjudicó un proyecto con un potencial de producción de 1,2 MW, un emprendimiento que debía estar en marcha en marzo de 2018 pero que se postergó para junio de ese año y aún no se puso en marcha. Global Green fue la única empresa de las que incumplieron los contratos de energías renovables a las que Cammesa no le cobró multa por el retraso, contó el diputado provincial.
La experiencia de Nacarato, previa a la conformación de Global Green, no pareciera estar vinculada a la industria del biogas o energías renovables. Es un abogado del ámbito porteño, con tres designaciones en el Consejo de la Magistratura porteño por Juan Sebastián De Stéfano, hombre de Angelici. Es actualmente el director de Asuntos Jurídicos que, junto a Fernando Di Pasquale, "visitó" al juez Carzoglio para manifestarle la "obsesión" de Macri en dentener a los Moyano en la causa que investiga una presunta asociación ilícita de los directivos del Club Independiente con su barrabrava.
El Destape pudo reconstruir que su primera designación, a pedido del actual AFI, data del 14 de diciembre de 2015 para el cargo de secretario letrado del despacho del entonces consejero De Stéfano. La segunda es del 15 de noviembre de 2011, para asesor, y la tercera del 20 de octubre de 2015 para el cargo de secretario letrado. En 2018 pasó a trabajar como Secretario Letrado de la Unidad Consejero de la doctora Silvia Bianco, esposa del espía. Aún trabaja en el órgano de selección de magistrados de la Ciudad y es abogado de la Federación Argentina de Trabajadores de Aguas Gaseosas y Afines (F.A.T.A.G.A.).
Amante de la náutica, según se puede rastrear en Internet, corrió varias regatas internacionales y es propietario del bote "Mercenario 4", parte de una pasión que comparte con uno de sus tres hijos. Juan Nacarato también fue designado en el Consejo de la Magistratura porteño con la firma del actual espía De Stéfano, con el rango de auxiliar de servicio el 27 de febrero de 2015 pese a no ser abogado.
Sus otros dos hijos también ingresaron a ese órgano judicial. Sofía fue nombrada el 3 de septiembre de 2015 por la camarista Marta Paz, que falleció el 29 de marzo de este año, con categoría de escribiente. Agustín, en tanto, trabajó en el Consejo desde 2006, también designado por De Stéfano, hasta el 31 de agosto de 2009 y actualmente se desempeña como abogado de FATAGA junto a su padre.
El biogás es una tecnología que permite generar energía eléctrica a partir del gas producido por la descomposición de materia orgánica. Según denunció Caballero, "para obtener el visto bueno de Juan José Aranguren (por entonces ministro de Energía nacional) y del subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind, ofreció una potencia de 1,2 MW a un costo de US$ 118 por MW, el más bajo entre las seis propuestas recibidas". Incluso, destacó a este medio, "en un primer momento la suya resultó ser la única oferta escogida, mientras que las otras cinco fueron aceptadas en una segunda etapa, luego de ajustar números".
Pese a las irregularidades, el hombre ligado a un espía de la AFI y al operador judicial macrista Angelici, logró hacerse de una obra que en tres años no desarrolló.
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