19 de abril, 2020 | 00.05

Con la excusa del coronavirus, empresas de internación y obra social se niegan a asistir a electrodependientes

Los pacientes se enfrentan, una vez más, a la burocracia de los prestadores mientras transcurre la emergencia sanitaria. 

La Asociación de Electrodependientes denunció que diversas empresas de internación y la obra social OSCHOCA se niegan a atender a personas electrodependientes bajo el argumento de que como son pacientes de riesgo, tienen que estar aisladas. No obstante, son pacientes que necesitan atención diaria y permanente como así también sus medicamentos. La obra social intimó a más de una decena de familias a trasladar a los pacientes con internación domiciliaria a un centro de rehabilitación que no permite las visitas debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio.

La institución le envió una carta documento a la obra social para que se retracten, y la empresa negó que haya enviado una carta documento intimando a las familias. Aquí las pruebas.

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El 27 de marzo, la obra social de choferes de camiones le enviaron a varias familias una carta documento en el que argumentaban que debido a la emergencia sanitaria y el aislamiento decretado por el Gobierno nacional “a los fines de garantizar la continuidad de la adecuada atención y realización de las prestaciones médicas de los pacientes que reciben el servicio de internación domiciliaria, y que son de alto riesgo y complejidad para la pandemia es que mi mandante ha dispuesto ordenar la derivación de los mismo a la Clínica ALCLA”.

Las familias rechazaron de lleno este planteo. Por el momento, la obra social no avanzó con esta decisión, pero no tienen la seguridad de no lo vaya a hacer en el futuro inmediato.

La respuesta de la obra social fue negar la carta que habían enviado y le pidieron a la asociación que se retracte por hacer visible esta situación: “Rechazo su carta documento por falsa, maliciosa e improcedente. Niego categóricamente que mi representada hubiera dejado u hubiera intimado que dejaría de prestar servicios de internación domiciliaria y de enfermería a pacientes detallados en su misiva, como así también niego y rechazo que de modo unilateral e inconsulto se hubiera dispuesto el traslado de los mismo a centros de rehabilitación”.

“Hay muchas empresas que están argumentando que por el contexto de pandemia tienen que minimizar el contacto con los pacientes porque dicen que tienen que resguardar al personal. Uno coincide en eso pero hay protocolos para esto. Muchos electrodependientes tienen internacional domiciliaria y los están dejando sin insumos y medicamentos”, alertó el presidente de la AAED, Mauro Stefanizzi, en diálogo con El Destape.

Frente a esta situación, planteó que “las obras sociales y empresas dupliquen la cantidad que entregan y sea de forma esporádica, pero tienen que garantizar los insumos y medicamentos” y relató el caso de un paciente al que “le faltaron los medicamentos anticonvulsivos y si les falta, tienen que terminar en un hospital”.

Los electrodependientes son personas que dependen 100% de la energía eléctrica para vivir. En muchos casos, están conectados a un respirador. Su salud es frágil y en un contexto de pandemia, son pacientes de riesgo. No obstante, el Gobierno nacional publicó un protocolo para asistir a estos pacientes, son las obras sociales y las empresas de internación que se niegan a respetarlo.

“Nos pasó que las obras sociales quieren sacar a los chicos que tienen internación domiciliaria y enviarlos a una clínica porque no quieren implementar una logística que garantice el reparto de insumos. Denunciamos esto y le pedimos a las empresas que entreguen en tiempo y forma los insumos”, exigió.

Christian Campana es papá de Jeremías de 5 años. Es electrodependiente y está conectado a un respirador las 24 horas y necesita atención de enfermería durante todo el día. A él le llegó una carta a fines de marzo por parte de la obra social OSCHOCA informándole que trasladarían a su hijo a la Clínica ALCLA, la misma carta le llegó al menos a 12 familias.

“La excusa es que por el tema de la pandemia, en teoría ellos no iban a poder dar la prestación de internación domiciliaria y querían resguardarnos en esa clínica porque no nos aseguraban la persistencia y entrega de insumos. Caso contrario, si no lo llevas, corres el riesgo de que se corte la prestación domiciliaria. Por ahora no tuve respuesta de que cesaba esta intimación”, relató Christian a este medio.

Además, contó: “Llamamos a ese centro para verificar y sí, había una cama reservada para mi hijo y me dijeron que por la pandemia, cancelaron las visitas de familiares y acompañantes. Si lo tengo que llegar ahí, no lo voy a ver hasta que termine esto. Sin saber si lo atienden bien o si le hacen bien la terapia”.

No solo es la asistencia permanente que necesitaba Jeremías, sino que también, el niño necesita de medicamentos que son imprescindibles. Desde la empresa de internación no garantizan el reparto de los mismo. “Uno de los medicamentos es un jarabe anticonvulsionante, sale 5 mil pesos y más todos los elementos, es un gasto terrible si no nos lo dan”, indicó.

Desde la Asociación asisten y ayudan a las familias que se encuentran en esta situación: “Estamos todos conectados, tenemos una red de padres, estamos aguantando lo más que podemos, prestándonos medicamentos, pero hay familias que compran de su propio bolsillos”. Pero, si esto se extiende, la situación se complejiza para las familias.

Además, alertaron que “las delegaciones de las obras sociales y sus sucursales muchas veces están cerradas, hay médicos que no los atienden para darle la receta”. En relación a esto, Stefanizzi sentenció: “No sabemos cuánto más se va a sostener esta situación”.