El inminente desembarco de Martín Insaurralde en el Frente Renovador desató una feroz interna en el partido que conduce Sergio Massa.
El intendente de Lomas de Zamora, que renunció a su banca como diputado del Frente para la Victoria para retornar al municipio, busca competir por la gobernación bonaerense en una alianza con el jefe comunal de Olavarría, José Eseverri, con quien mantiene una excelente relación. De hecho, fue uno de sus principales defensores ante las críticas que recibía de sus ahora ex compañeros.
El que pisó el acelerador es Francisco De Narváez. Con los números de las encuestas a su favor, el diputado de Unión Celeste y Blanco no dudó en mudar sus oficinas de Las Cañitas al piso 15 de la Torre de las Naciones de Tigre, donde tiene instalado su bunker el líder del FR.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Según reveló a El Destape una fuentes del gabinete virtual de Massa, una fórmula que se baraja en las últimas horas lo tiene a De Narváez en tándem con la diputada Graciela Camaño, principal asesora política del tigrense. El dinero, la imagen y la voluntad del empresario y la confianza en la diputada hacen que esta dupla sea la que cuenta con el visto bueno del líder del FR.
Si se da este escenario, el que pega el portazo es Darío Giustozzi, que ya venía amagando con abandonar el espacio y un reciente coqueteo con Florencio Randazzo La misma suerte correría otro referente del Frente Renovador, el diputado Darío Giustozzi, que coquetea con el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
La sangría en el massismo no termina ahí. A la inminente salida del intendente de San Isidro, Gustavo Posse (a la que solo le resta la fecha) se sumaría la de la diputada provincial Mónica López, que supo ser compañera de fórmula de De Narváez en 2009. El destino de ambos es cantado: el PRO de Mauricio Macri.