07 de abril, 2020 | 20.45

En medio de la pandemia, una empresa busca monopolizar el puerto de Buenos Aires

El Gobierno intenta mantener los puestos de trabajo ante la denuncia de prácticas anti-competitivas de una de las operadoras.

La pandemia no frenó las prácticas monopólicas de una de las operadoras del puerto de Buenos Aires para fundir a su rival y quedarse con la totalidad del negocio. En caso de concretarse la maniobra, no sólo se consolidaría el monopolio sino que 800 personas se quedarían sin sus puestos de trabajo. Por ello, esta tarde se desarrolló una reunión clave con autoridades del Ministerio de Transporte para no perder las fuentes de empleo hasta que se lance una nueva licitación. Cambiemos realizó negociados multimillonarios con la única terminal federal de Argentina.

La actividad portuaria quedó comprendida dentro de las esenciales en el DNU de Alberto Fernández para garantizar el abastecimiento de productos básicos para la población durante el aislamiento social. En ese contexto, continuó la avanzada de las empresas que manejan un oligopolio que mueve el 80% del comercio exterior del país, iniciada el año pasado

Maersk, dueña de APM Terminals, opera la terminal 4 del puerto de Buenos Aires y, junto a su socio MSC, maneja la terminal de Dock Sud (Exolgan). La naviera multinacional desvía los grandes buques para beneficiar a sus subsidiarias, lo que pone a su competidora Terminales Rio de la Plata (TRP) al borde de la quiebra y de dejar en la calle a sus 800 trabajadores, denuncian.

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"Los trabajadores no queremos quedarnos en la calle cuando es evitable", esgrimieron los portuarios a través de un comunicado y cartas enviadas a las autoridades competentes. En respuesta a eso, hoy hubo una reunión con autoridades del Ministerio de Transporte, de la que participaron funcionarios de la Administración General de Puertos S.E. (la estatal AGP) y Silvia Iglesias, CEO de la famosa Terminal 4 – APM. El nombre no pasa desapercibido en el mundo portuario, ya que los trabajadores están muy enojados con la actitud adoptada por la dirigente de la empresa.

En el encuentro, APM no abandonó su postura de absorber la descarga de Maersk en detrimento de TRP y por falta de capacidad operativa, no podría absorber a los trabajadores que quedarían sin empleo. Por ello, se seguirá con los encuentros para buscar una solución.

Fuentes de la terminal aseguraron a El Destape que aún no se llegó a un acuerdo pero se trabaja en ello con reuniones diarias para llegar a un punto intermedio, que consiste en dividir las pérdidas para mantener los empleos. La AGP no toma partido por ninguna empresa pero avanza en encontrar una solución para que el puerto sea operativo y no perjudique a quienes se desempeñan en él, mientras se avanza en un nuevo pliego de licitación del puerto de Buenos Aires.

Actualmente, y por un mes más, el buque de Maersk descarga contenedores en TRP, pero en mayo vencerá el contrato y, con esa fecha en mente, la empresa quiere desviar su carga a APM, de su propiedad. El objetivo mayor sería conseguir la renovación de la concesión hasta que la licitación del puerto esté saldada. De conseguirse, los buques no se moverían: uno quedaría en APM y otro en TRP, manteniendo los trabajos.