En medio del aislamiento social preventivo y obligatorio que decretó el gobierno para evitar la propagación del coronavirus, Alfredo Coto, el empresario dueño de la cadena de supermercados, encabezó una protesta junto a cientos de empleados tras el cierre de una sucursal en Ramos Mejía.
El suceso ocurrió este viernes en la localidad bonaerense de La Matanza, luego de que el local fuera clausurado por empleados municipales. Aunque las autoridades alegaron que hubo falta en las normas de bromatología, otros aseguraron que la medida se estableció por la existencia de una remarcación de precios.
Sin embargo, Coto dijo que en realidad fue por "motivos políticos" y denunció persecución. "Clausuraron por una torta que estaba al lado de un pollo en un freezer. Esto es un tema político”, dijo en tanto un delegado.
"Si hay que corregir algo, rápidamente lo hacemos. Acá trabaja gente de muchos años de experiencia que no se equivoca, pero si hubo un error se arregla", insistió el empresario reunido junto a trabajadores en las afueras del comercio, que se encontraban esperando una reapertura, sin respetar las pautas del protocolo para evitar el contagio de Covid-19.